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Respuesta:
El tema de la delincuencia organizada transnacional solo se incorporó a la agenda
internacional recientemente, aunque ha atraído atención considerable en los últimos
años. La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional entró en vigor en 2003. Al año siguiente, el Grupo de alto nivel sobre las
amenazas, los desafíos y el cambio de las Naciones Unidas incluyó la delincuencia
organizada transnacional entre los “seis grupos de amenazas que deben preocupar al
mundo hoy y en los decenios por venir”1
. En febrero de 2010, el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas observó “con preocupación las graves amenazas que el tráfico
de drogas y la delincuencia organizada transnacional plantean en algunos casos para la
seguridad internacional en diferentes regiones del mundo” e invitó al Secretario
General “a que considere la posibilidad de incorporar esas amenazas como factor en las
estrategias de prevención y análisis de conflictos, y en la evaluación y la planificación
integradas de las misiones”2
.
Así pues, poner fin a las operaciones de la delincuencia organizada transnacional se ha
constituido en un asunto que reviste prioridad internacional. Convertir la voluntad
política en resultados concretos significará alcanzar dos objetivos difíciles, a saber:
comprender la delincuencia organizada transnacional e integrar las respuestas
nacionales en las estrategias internacionales. Este informe contribuye al primero de
estos objetivos.
Una lista no exhaustiva de problemas de la delincuencia organizada transnacional con
que nos enfrentamos indudablemente incluiría la trata de personas, el tráfico ilícito de
migrantes, el tráfico de heroína, el tráfico de cocaína, el tráfico de armas, el
contrabando de recursos ambientales, el contrabando de productos falsificados,
la piratería marítima y la ciberdelincuencia. Habida cuenta de que la mayoría de estos
problemas suponen la trata de personas o bienes internacionalmente, este informe se
centra en mostrar “corrientes” distintas que ilustran cada uno de los problemas de
delincuencia organizada. Esto facilita el análisis de detalles concretos sobre la forma en
que se lleva a cabo el tráfico y quiénes participan en él. También permite estimar con
mayor exactitud la magnitud de la corriente de lo que suele ser posible cuando se habla
en términos mundiales. Por último, en el informe se examinan algunas regiones
especialmente vulnerables al efecto desestabilizador de la delincuencia organizada.
Esto no es siempre una tarea fácil debido a que los datos no están usualmente
disponibles. Los cálculos deben ser interpretados con precaución y pueden cambiar a
medida que se obtenga información nueva.
¿Qué es la “delincuencia organizada transnacional”?
Según la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Transnacional, por delincuencia organizada transnacional se entenderá todo delito
transnacional grave cometido por un grupo de tres o más personas que actúe con el
propósito de obtener un beneficio de orden material. Esta interpretación es más amplia
que la utilizada corrientemente, que suele centrarse en grupos de delincuentes
profesionales que cometen múltiples delitos.
El hecho de que la atención se centre en los grupos y no en los delitos tiene
consecuencias profundas sobre la forma en que se comprende y aborda la cuestión de la
delincuencia organizada transnacional. Los agentes del orden suelen concebir a la
delincuencia organizada como grupos de personas porque las herramientas de que
disponen, las facultades de detención e incautación, solo pueden ejercerse contra
personas. Sin embargo, los problemas de la delincuencia organizada transnacional con
frecuencia son causados por factores distintos de las personas implicadas. Para resolver
estos problemas, se necesitan herramientas que los agentes del orden no poseen.
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