Respuestas
Respuesta:
Las células epiteliales son los escudos de protección de tu cuerpo. Échale otra mirada a tu mano. Está cubierta con células epiteliales que protegen tu cuerpo porque son una barrera entre tus células internas y la suciedad y microbios en el ambiente. También tienen la capacidad de estirarse para que puedas mover tus dedos y brazos en distintas posiciones. También le puedes agradecer a tus células epiteliales por fabricar el sudor que te enfría cuando estás haciendo ejercicio o cuando hace calor. Para aprender más sobre tu piel y todas las formas importantes que trabaja para ti cada día escucha este podcast (en inglés).
Células epiteliales teñidas por Page Baluch
Otras células epiteliales te ayudan a percibir el ambiente gracias a sus sensores especiales llamados receptores, que recogen señales. Cuando pruebas tu comida favorita o hueles una flor, los receptores en estas células le envían una señal a tu cerebro para que puedas disfrutar de cada bocado y dulce aroma.
Cuando tragas ese bocado, éste desciende por un sendero cubierto de células epiteliales. Cuando llega a tus intestinos, otro grupo de células epiteliales absorbe y transporta los nutrientes de las comidas que comes, y ayuda a procesarlas para obtener energía que tu cuerpo puede usar. Convertir la energía de la comida en energía que tu cuerpo puede usar es trabajo de moléculas llamadas enzimas. Nuevamente, son las células epiteliales las que fabrican y secretan las enzimas en nuestro estómago. Las células epiteliales también secretan hormonas a los vasos sanguíneos, mucosas en tu nariz, y la leche materna con la que las madres alimentan a sus pequeños.
Explicación:
Estas estructuras son inducidas por el tejido conectivo subyacente. El epitelio que rodea las superficies corporales se denomina epitelio de revestimiento. En algunas ocasiones las células epiteliales se agrupan y se especializan en la secreción de diversas sustancias. Hablamos entonces de epitelio glandular.