Un análisis sobre esta lectura
LA LECTURA ENTRE LOS JOVENES
Durante años hemos oído hablar de la falta de interés de los jóvenes por el mundo de los libros. Como ejemplo podemos mencionar a Michéle Petit que ha descubierto y analizado los obstáculos culturales que impiden a los jóvenes acercarse a la lectura. Mientras uno lee se retira del grupo y esta deserción no es bienvenida, pues implica hacerse el listo, creerse alguien o distinguirse mediante la expresión de opiniones. Quizás este problema haya surgido por la aparición de las nuevas tecnologías que hoy en día nos rodean, como puede ser la televisión, el cine con sus efectos especiales e incluso Internet que con su fácil acceso y su rapidez ha hecho que los jóvenes de hoy día, prefieran que les cuenten esas historias en vez de pasar horas y horas leyendo en un sillón. Ni las campañas de fomento a la lectura, ni los múltiples anuncios que intentaban llamar la atención a éstos jóvenes parecían tener el efecto deseado a la hora de aumentar el hábito lector entre ellos. Prefieren pasar más tiempo jugando a una consola o metidos en Internet que adquiriendo nuevos conocimientos que aunque tenga aspectos positivos, no les ayuda a desarrollar la imaginación ni enriquecer su vocabulario como podría hacerlo un buen libro. Sin embargo esta tendencia empieza a variar. Aunque en España el número de jóvenes lectores es muy inferior al resto de Europa, parece ser, que en los últimos años sí está creciendo el porcentaje de adolescentes entre 14 y 16 años hasta situarse en casi un 50% en esta franja de edad, según fuentes de información del diario “ La Estrella Digital “. Este tipo de lectores, se decantan sobre todo por lecturas del tipo psicológico, literatura vinculada a temas fantásticos y de misterio que les muestra una realidad alternativa donde la magia, la astucia y la fuerza, constituyen los valores fundamentales de los protagonistas. Para el responsable de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, este incremento de jóvenes lectores se debe en gran parte a la aparición de fenómenos bibliográficos como “Harry Potter, El Señor de los Anillos o Las Crónicas de Narnia“. Aunque estas grandes obras sean largas trilogías, el hecho de salir en la gran pantalla y la expectación que crea en anuncios de televisión al ver como la gente hace grandes colas en las puertas de centros comerciales para comprar estos libros e incluso la cantidad que están dispuestos a pagar por ellos, hace que aumente su curiosidad por leerlos. Inconscientemente están leyendo grandes obras literarias que quizás, si no hubieran tenido ese boom en el cine, no se habrían interesado en leerlas. Según las estadísticas realizadas por el Ministerio de Educación y cultura, los jóvenes se van concienciando cada vez más de los beneficios de la lectura y es por ello que numerosos estudios muestran que la mayor parte de los jóvenes de esa franja de edad les gusta leer. Ya no leen por obligación o porque en el colegio les mandaban fichas de lectura sino que ya lo hacen cada vez más por placer, por diversión, por adentrarse en un mundo de fantasía que les ayuda a evadirse de los problemas que hay hoy en día. Sin embargo la falta de tiempo por causa de las obligaciones académicas parece influir negativamente en el tiempo que los jóvenes dedican a la lectura. Suelen dedicarle más tiempo en periodos vacacionales. Desde mi punto de vista cada vez aumenta la cantidad de jóvenes lectores pero no lo suficiente. Es por ello que se debería fomentar la lectura con campañas más atractivas para ellos, aumentar el número de bibliotecas e incitarlos a utilizarlas, que descubran la gran variedad de obras que puede haber, no sólo de temas fantásticos o de misterios relacionados con el mundo del cine. A parte de todos estos métodos, el mejor es que se fomente la lectura desde que son pequeños. Los padres deben aficionarles a la lectura ya sea leyéndoles o simplemente siendo sus modelos. Que ellos vean en casa la lectura como algo cotidiano, algo normal, algo bueno para su futuro. Para concluir con este artículo terminaré citando una frase escrita por Gianni Rodari que resume todo lo dicho anteriormente y con la que estoy en concordancia; “Cualquier acto de leer debe estar precedido por el placer, no por la imposición. Nunca se debe ordenar leer un libro a nadie. Lo mejor es sugerir, mostrar, indicar, aquellos libros que nos parecen los mejores, para que nuestros hijos y alumnos se diviertan y aprendan". El alejamiento de los jóvenes de la lectura puede deberse a que nunca han encontrado lo que realmente buscaban.
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Un análisis sobre esta lectura: La Lectura entre Jóvenes.
Considero estar de acuerdo con el autor, ya que los profesores tienden a pedir leer a los jóvenes libros extensos y con una temática poco interesante a demás de un estilo de redacción que requiere de total atención por lo extensa y antigua que puede llegar a ser. Por lo que si buscamos libros con temáticas más interesantes y una redacción más sencilla y actual; los jóvenes podemos integrarnos en el mundo de los libros con mayor interés.
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