Respuestas
Respuesta: se parecen en su desarrollo y sus diferentes formas de pensar o de como ver la vida en si.
Explicación:desde los tiempos más remotos, la juventud ha sido una fuente inagotable de problemas políticos. La peculiar posición que los sectores de menor edad ocupan en la pirámide social, los cambios radicales que experimentan en sus años formativos, su carácter inquieto y su voluntad de cuestionamiento de los valores tradicionales han generado, ahora y siempre, un largo cortejo de tensiones intergeneracionales. En la Grecia clásica, Platón ironizaba sobre la crisis de la autoridad adulta que implicaba culto a lo juvenil1, y Aristóteles alababa el orgullo, la esperanza, el idealismo, la audacia y la exageración como características de los jóvenes2. En la contemporaneidad habría otras generaciones, como la «joven-europea» surgida en torno a 1830-18403, o la forjada en los mitos y valores de la «revolución cultural» de los años 60, que optaron parcialmente por la defensa armada de sus ideales políticos. La conflictiva inserción del joven en el mundo de los adultos ha generado, en efecto, tensiones en todas las épocas y en todas las sociedades. Pero la aparición de un activismo juvenil específico data en muchos países europeos de los últimos treinta años del siglo xviii, cuando el incremento del contingente de población juvenil y del desempleo contribuyó a generar el malestar revolucionario en la ciudad y en el campo, y a dar protagonismo a este grupo de edad en las guerras revolucionarias y napoleónicas4.