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Resumen :
Desde la prehistoria, la literatura y las artes se han visto atraídas por representaciones de entornos físicos e interacciones entre humanos. El movimiento ecologista moderno, tal como surgió por primera vez a fines del siglo XIX y, en su encarnación más reciente, en la década de 1960, dio lugar a una rica gama de escritos ficticios y no ficticios relacionados con la relación cambiante de los humanos con el mundo natural. Sin embargo, solo desde principios de la década de 1990, el interés de larga data de los estudios de literatura en estos asuntos generó la iniciativa más comúnmente conocida como "ecocriticismo", un movimiento ecléctico y poco coordinado cuyas contribuciones hasta ahora han sido más visibles dentro de su disciplina de origen. literatura pero cuyos intereses y alianzas se extienden a través de diversas formas de arte y medios. En áreas como el estudio de la narrativa y la imagen, El ecocriticismo converge con sus disciplinas hermanas en las humanidades: antropología ambiental, historia ambiental y filosofía ambiental. En las dos primeras secciones, comenzamos con una breve descripción de la naturaleza, importancia y evolución de los estudios de literatura y medio ambiente. Luego resumimos con más detalle seis centros de interés específicos: la imaginación del lugar y el apego al lugar, el alistamiento y la crítica de modelos de investigación científica en el estudio de la literatura y las artes, el examen de la importancia de la diferencia de género y la representación ambiental, la polinización cruzada de la investigación ecocrítica y poscolonial como ecocriticismo ha extendido sus horizontes más allá de su enfoque original en la imaginación angloamericana, el interés evolutivo del ecocriticismo en el arte y el pensamiento indígenas, y la atención no menos aguda y compleja del ecocriticismo a la representación artística y la ética de las relaciones entre humanos y animales.