Respuestas
Respuesta:
En primer lugar, Él se alimentaba de hacer la voluntad “de Aquel que Lo envió”. Ese es el “poroto con arroz” del evangelio, es la base que hace que una persona soporte el peso de las luchas, tribulaciones, persecuciones y calumnias que pasará, inclusive cuando estuviere haciendo la obra de Dios.
Hacer la voluntad de Dios es nada más que sacrificar su voluntad, obedeciendo la Palabra en las cosas más básicas de su día a día.
La relación con Dios incluye ayunos, meditación diaria de la Biblia y oración en todo momento, a veces hasta sin palabras, sino en pensamientos, siempre buscando saber cuál es “la buena, perfecta y agradable voluntad de Dios” para su vida. Además de una vigilancia constante de lo que se habla, oye, ve, piensa y siente
Explicación:
Respuesta:para mantenernos vivos y saludables