Respuestas
Respuesta:
La colonización española de América fue el proceso por el que se implantó en el Nuevo Mundo una administración que pretendía ser imitación o duplicado de la administración peninsular contemporánea.1 Este periodo se extendió desde 1550, hasta el 13 de agosto de 1898 siglo XIX, cuando la bandera española fue arriada en San Juan de Puerto Rico.
Explicación:
Economía
La colonización española de América y la puesta en contacto de manera regular de los mercados de Europa, Asia y América, a través de las Flotas de Indias y el Galeón de Manila, supuso la globalización de la economía mundial, lo que sentó las bases del capitalismo, tal como señalaría Marx en "El capital": "La biografía moderna del capital comienza en el siglo XVI, con el comercio y el mercado mundiales" (Comienzo del capítulo IV de la Sección Segunda, Libro Primero). 32 Además, el intercambio de productos agrícolas revolucionó los cultivos en todos los continentes, aumentó la productividad de las tierras y enriqueció la dieta de amplios sectores de la población. Todo esto conllevó transcendentales alteraciones en la geografía humana de todos los continentes. 33
Los efectos producidos en las economías europeas y asiáticas por la puesta en circulación, por parte de los españoles, del oro y la plata que extrajeron de América en el siglo XVI, todavía son hoy objeto de estudio, sin que exista un acuerdo entre los historiadores económicos: Mientras John Lynch o David Christian sostienen la vigencia de los estudios de E. Hamilton, otros, como Jordi Nadal o Michel Morineau, critican sus análisis.
Politica
El papa Alejandro VI, en sus bulas Inter Caetera estableció la obligación de la Corona de Castilla de convertir a todos sus súbditos, incluidos los amerindios y afroamericanos, al cristianismo, en su vertiente católica. Las tareas para lograr la conversión se realizaron mediante una gran variedad de procedimientos y una considerable cantidad de misioneros de distintas órdenes partieron de la Península Ibérica hacia América a tal fin, en el marco de un movimiento renovador de la Iglesia española iniciado por Cisneros, y en el que destacaron místicos como Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, ascetas como San Pedro de Alcántara (1499-1562), predicadores como San Alonso de Orozco (1500-1591) y religiosos como San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.
Los métodos adoptados para obtener la conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas empleadas fue la conocida como doctrina. Se trataba del compromiso adquirido por el conquistador para que fueran evangelizados todos los indígenas que le habían correspondido en sus repartimientos; los niños debían recibir las enseñanzas religiosas todos los días y los adultos tres días a la semana. El convento fue el centro neurálgico de la evangelización y a su alrededor se configuraron numerosas poblaciones. En él atendían los religiosos las necesidades espirituales de los nuevos cristianos al mismo tiempo que las materiales, ya que junto a las dependencias de culto y habitación de los frailes, disponían de enfermerías, escuelas y talleres. Los mismos misioneros desempeñaron un importante papel en la transculturación del indígena, al poner un especial empeño en su incorporación a las actividades artesanales de tradición europea como parte destacada de su educación. La escuela de San José de los Naturales, creada por los franciscanos en México, las organizadas por el obispo Vasco de Quiroga en Pátzcuaro (Michoacán), o las Misiones Jesuíticas en la actual Argentina, Paraguay, etc., son una referencia para comprender diferentes proyectos de vida para el indígena a partir de su incorporación al cristianismo. En ellos están presentes muchas de las ideas procedentes de los movimientos utópicos de la edad media y del renacimiento, que encontraron en América un terreno propicio para su puesta en práctica.