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Respuesta:
Como consecuencia del metabolismo celular, en todos los organismos se generan sustancias de desecho que deben ser eliminadas. Esta función es realizada por el sistema excretor.
Todos los seres vivos cuentan con un sistema u órganos excretores para la eliminación de los residuos que se originan en su interior. En el caso de los seres humanos, la expulsión de los residuos se lleva a cabo por medio de varios sistemas, como el digestivo (heces), el respiratorio (dióxido de carbono) e incluso la piel (sudor). Pero es al sistema urinario al que se lo conoce con el nombre de sistema excretor, ya que cuenta con los riñones como órganos principales, en los que se genera la orina que se almacena transitoriamente en la vejiga antes de ser evacuada por medio de la uretra.
Las medidas con las que debemos cuidar el sistema excretor a fin de que funcione normalmente son:
- Beber abundante agua diariamente, ya que la misma permite la disolución y el arrastre de los materiales de desecho hasta los riñones y, una vez allí, su eliminación a través de la orina.
- Disminuir el consumo de sal contenida en los alimentos.
- Mantener la higiene de los genitales, pues la falta de una limpieza adecuada favorece la aparición de infecciones urinarias.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- No retener la orina durante mucho tiempo, eliminarla cuando se sienta la necesidad.
La falta de cuidados o el contacto con microbios, como bacterias u hongos, puede provocar la aparición de ciertas patologías en el sistema excretor. Algunas de las más frecuentes son: infecciones urinarias, cálculos renales, insuficiencia renal.
Infecciones urinarias. Son debidas a la invasión bacteriana del sistema excretor y pueden afectar a la uretra, vejiga, uréteres y riñones. Las infecciones urinarias causan inflamación y dolor en todos los órganos afectados. Cuando la infección afecta a la vejiga se denomina cistitis y nefritis, si los afectados son los riñones.
Litiasis. Aparece debido al escaso consumo de agua o dieta inadecuada. Las sustancias que se eliminan por la orina pueden depositarse y cristalizar dentro de los riñones formando estructuras sólidas conocidas como piedras o cálculos. Los cálculos renales pueden llegar a obstruir los canales de salida de la orina, los uréteres, generando un cuadro caracterizado por inflamación y dolor intenso, conocido como cólico renal
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