Respuestas
Respuesta: Las normas básicas para mantener una higiene intachable al practicar cualquier tipo de deporte son:
Ducharse inmediatamente después de cada entrenamiento o competición con jabón y sin esponja.
No compartir botellas de agua.
Abstenerse de depilarse el cuerpo completo, ya que es una práctica más cosmética que de higiene.
Lavar de forma rutinaria la ropa después de cada entrenamiento o competición.
Lavar los accesorios tipo rodilleras, muñequeras, etc. semanalmente.
No compartir nunca toallas ni productos de higiene personal como maquinillas de afeitar con otras personas.
Llevar convenientemente cubiertas todas las heridas abiertas.
Hacer que profesionales de la salud evalúen cualquier lesión sospechosa.
Ducharse antes de utilizar saunas, jacuzzis, etc. y nunca hacer uso de estas instalaciones si se tienen heridas abiertas, raspaduras o rasguños de cualquier tipo.
Llevar siempre calcetines y ropa interior de algodón, no sintética.
Llevar chanclas al usar duchas públicas.
Lavar los pies y el resto del cuerpo con jabón inmediatamente después de hacer deporte.
Secar bien entre los dedos de los pies, las ingles y cualquier pliegue corporal tras la ducha con una toalla limpia.
En caso de no poderse duchar inmediatamente después del ejercicio, utilizar toallitas íntimas (en el caso de las mujeres).
Echarse polvos de talco en las zonas clave puede ser una buena forma de prevenir las infecciones micóticas más comunes entre deportistas.
Respuesta:
La higiene deportiva significa mantener una serie de hábitos que ayudan a obtener el máximo rendimiento con el ejercicio físico y a realizarlo con la máxima garantía, y dentro de ella un hueco imprescindible tiene la higiene corporal.
Dentro de esta serie de hábitos podemos distinguir tres etapas a tener en cuenta:
Condiciones previas al ejercicio: el correcto punto de partida para llevar a cabo cualquier ejercicio físico es una revisión médica, que nos ayudará a detectar cualquier posible anomalía de nuestro organismo.
Nunca haremos coincidir la práctica del ejercicio con la digestión de la comida y siempre se realizará un calentamiento previo, suave y progresivo.
Condiciones durante el ejercicio: utilizaremos material apropiado a la actividad y la práctica del ejercicio se hará con la intensidad adecuada al nivel de condición física, bebiendo líquido durante todo el esfuerzo.
Condiciones posteriores al ejercicio: el ejercicio se acabará con unos minutos de actividad física suave para acelerar la recuperación, una hidratación correcta (bebiendo pequeñas, pero frecuentes cantidades) y la higiene corporal correspondiente.
Explicación: