Respuestas
Respuesta:
Este relato se relaciona con la leyenda de los Pueblos Azucareros del Norte Argentino, que cuenta sobre un pacto entre los dueños de los ingenios y el Diablo, en el cual se comprometían a entregar un peón anualmente a cambio de prosperidad y riqueza.
Explicación:
El Familiar, era perro de color negro, enormes ojos de color rojo, era el perro del diablo, que parecía que tenían llamas sus ojos, poseía enormes garras, y cadenas largas arrastrando de su cuello. Este animal feroz con un hambre que devoraba cada año un obrero remolón. El capataz, que había hecho un trato con el Diablo a cambio de la prosperidad del negocio, debía entregarle un obrero para que el Familiar se lo coma.
Algunas veces tomaba la forma de una serpiente que llamaron el Viborón y se tragaba al infortunado en los sótanos del ingenio o algún cuarto, donde vivía el Familiar. En otras ocasiones se transforma en un toro negro, o de un burro, o de un puma, aunque su representación más popular era la del perro.
Cuando el patrón ordenaba a un obrero buscar alguna herramienta en las habitaciones y este no aprecia solía decir que el perro del Demonio tenía hambre y así sucedía cuando otro obrero caía a la caldera, o en la trituradora del trapiche, solo menciona que eso no era extraño que el perro del demonio andaba con hambre. Y además se comía a toda persona con ideas políticas distintas de del Jefe y para este eran más ricos y deliciosos, ponía de ejemplo lo sucedido para que ningún otra persona tuviese ideas distintas a las del patrón.
No existía alguna manera de matar al Familiar. Si uno se encontraba al perro y quería clavarle el Cuchillo grande, recto y puntiagudo (facón), era imposible. Sin embargo, si llevaba un rosario colgando y una cruz consigo, el perro no lo mataba. Es probable que igual le ladrara, pero a lo sumo salía un poco lastimado, nada más