Respuestas
Este vasto territorio, que comprende una superficie de 9,6 millones de km cuadrados —casi la misma que todo el continente europeo—, engloba tres grandes regiones muy diferenciadas. La primera se halla en el suroeste del país y está presidida por la meseta tibetana. La altura de la misma es de 4.600 m sobre el nivel del mar, y se expande hacia el sur y el este en una sucesión de terrazas.
Concretamente, la región autónoma del Tíbet se encuentra circundada por dos espectaculares cadenas montañosas: el Kunlun y el Himalaya, cuyas cimas sobrepasan en algunos casos los 8.000 m de altitud.
La segunda sección principal es la noroccidental, que se extiende desde la frontera con Afganistán y hasta Mongolia. Aunque ésta también destaca por contar con picos muy elevados, en ella predominan los valles.
De hecho, los sistemas paralelos de Tian Shan (también conocidos como los montes Celestiales) separan los dos mayores valles interiores del país: el valle de Dzungaria —que limita al sur con los montes de Altái— y el de Tarim —que cuenta con una superficie de 550.000 km cuadrados (superior incluso a la de España) y acoge el desierto de Takla Makan. A su vez, la meseta de Mongolia da cabida a la mayor parte del desierto del Gobi.
Finalmente, la tercera y última gran región natural corresponde al este de China. En ella se concentran los territorios de menor altitud, con montes que rara vez rebasan los 450 m sobre el nivel del mar. Sin duda, sus principales accidentes geográficos son los dos ríos más importantes del país: el Huang He o río Amarillo, en el norte, y el Yangtse o río Azul, en el sureste. Gracias a ambos, el denominado Imperio del Centro cuenta con la mayor capacidad hidroeléctrica del mundo.