Respuestas
Respuesta:
Cuando el aire entra en los pulmones, primero circula por los bronquios y luego
por las divisiones repetidas de los bronquiolos que dan lugar a los bronquiolos
terminales o respiratorios. Estos, a su vez, se abren en el conducto alveolar,
del cual derivan los sacos aéreos. La pared de cada conducto alveolar y de los
sacos aéreos está formada por varias unidades llamadas alvéolos (fig. 1).
Cada pulmón tiene 300 millones de alvéolos, lo que da una superficie de 70 m2
para dos pulmones. Es una enorme superficie de intercambio de gases
respiratorios (CO2 y O2).
El movimiento de los gases respiratorios es por simple difusión: la
concentración de oxígeno es mayor en los alvéolos que en los capilares, de
modo que este gas se difunde de los alvéolos a la sangre. En cambio, el CO2
está más concentrado en la sangre que en los alvéolos, por lo que se difunde
de los capilares hacia el espacio alveolar
Respuesta:
El aire entra al cuerpo primero a través de la boca o la nariz, se desplaza rápidamente por la faringe (garganta) pasa a través de la laringe, entra a la tráquea, que se divide en bronquios derecho e izquierdo en los pulmones y luego se divide aún más en ramas cada vez más pequeñas llamadas bronquiolos. Los bronquiolos más pequeños terminan en pequeños sacos de aire llamados alvéolos, los cuales se inflan durante la inhalación y se desinflan durante la exhalación.
El intercambio de gases es la provisión de oxigeno de los pulmones al torrente sanguíneo y la eliminación de dióxido de carbono del torrente sanguíneo a los pulmones. Esto tiene lugar en los pulmones entre los alvéolos y una red de pequeños vasos sanguíneos llamados capilares, los cuales están localizados en las paredes de los alvéolos.
Las paredes de los alvéolos en realidad comparten una membrana con los capilares en la cual el oxígeno y el dióxido de carbono se pueden mover libremente entre el sistema respiratorio y el torrente sanguíneo. Las moléculas de oxígeno se adhieren a los glóbulos rojos, los cuales regresan al corazón. Al mismo tiempo, las moléculas de dióxido de carbono en los alvéolos son expulsadas del cuerpo con la siguiente exhalación.