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Respuesta:
Cierta noche llegaron a su casa unos peregrinos, un anciano y un sujeto más joven con cabello largo. Peralta no tenía nada para ofrecerles, pero les propuso alojarse en su humilde morada. La hermana de Peralta era demasiado lujuriosa y con su mirada apasionada los examinó de arriba abajo. Esos viajeros olían a rosas y estaban sentados a la mesa, pero no había qué comer.
Pero sucedió un hecho insólito. La hermana de Peralta fue a la dispensa de la cocina a ver si poro casualidad encontraba algo para comer y la sorpresa que se llevó fue milagrosa: estaba totalmente llena de víveres. No lo podían creer y atribuyeron el milagro divino como una recompensa del cielo con Peralta por ser Tan bueno.
Las sorpresas continuaron al amanecer del día siguiente, cuando Peralta se levanta de su cama y se encuentra una mochila repleta de onzas del Rey. Pero como Peralta era un hombre demasiado honrado, se encargó a como diera lugar de hallar a los peregrinos para devolverles el dinero que olvidaron en su casa.
En esos instantes, los dos viajeros revelaron sus identidades: uno, era Pedro, quien tiene las llaves del Cielo. El otro, nada más ni nada menos que Jesús de Nazareth. Ellos le manifestaron a Peralta que lo habían probado dejándole esa mochila llena de dinero y así ver cuán honrado en realidad era. Y como superó la prueba, le concedieron cinco deseos.
Peralta muy contento comenzó a pedir uno a uno sus deseos:
que siempre ganara al jugar.
que la muerte no lo alcanzara.
que pudiera tener a quien quisiera, donde fuera y el tiempo que fuera.
poder hacerse tan pequeño como una hormiga
que el diablo nunca le hiciera trampa.
El primero le permitió ganarle dinero a todos los aprovechados y ladrones que querían robarle las onzas del Rey. Con esos dineros se encargaba de curar enfermos y compró una casa que adaptó para cuidar de ellos, como leprosos y demás. Todo el dinero lo usaba para esos fines, muy al contrario de su hermana quien ahora vivía en el mayor de los lujos.
El segundo y tercer deseo le funcionaron para evadir la muerte y ayudar a todo el pueblo a evadirla. Un día, Ésta llegó a su puerta pero Peralta le ordenó que se subiera en un aguacate y que de allí no bajara hasta nueva orden. Entonces, a pesar de muchas epidemias y enfermedades que ocurrían en el pueblo, nadie moría, hasta que de nuevo bajaron Jesús y Pedro a pedirle que liberara a la Muerte. Peralta así lo hizo, pero pidió a cambio que la Muerte no le hiciera nada.
Utilizando el primer deseo, osó a jugar con el diablo y le ganó todas las almas del infierno y lo dejó llorando. Luego fue a entregarle a San Pedro toda la multitud de almas rescatadas. Entonces, se presentó un aglutinamiento de almas en la entrada del Cielo y el Padre decidió que no entraban al Paraíso; de tal modo que las envió a la Tierra, pero como no tenían salvación, debían quedarse para siempre en el planeta.
Al finalizar de la historia, Dios le da a elegir uno de los lugares de las Tres Personas de la Trinidad a Peralta. Entonces, éste se hace pequeño como una hormiga y se abraza aferrado a la Cruz. El lenguaje utilizado pro el autor, es muy parroquial y costumbrista de Colombia, por lo que se encuentran modismos propios de la cultura. A continuación, el párrafo completo del final del cuento:
«El Padre Eterno, qu’en todas las bullas de Peralta nu’había hablao palabra, se paró y dijo d’esta moda: «Peralta; escogé el puesto que querás. ¡Ninguno lu’ha ganao tan alto como vos, porque vos sos la Humildá, porque vos sos la Caridá! Allá abajo fuiste un gusano arrastrao por el suelo; aquí sos el alma gloriosa que más ha ganao. Escogé el puesto. ¡No ti humillés más, que ya’stás ensalzao!». Y entonaron todos los coros celestiales el trisagio d’Isaías, y Peralta, que todavía nu’había usao la virtú di achiquitase, se fue achiquitando, achiquitando, hasta volverse un Peraltica de tres pulgadas; y derechito, con la agilidá que tienen los bienaventuraos, se brincó al mundo que tiene el Padre en su diestra, si acomodó muy bien y si abrazó con la Cruz. ¡Allí está por toda l’Eternidá!
Respuesta:
La historia trata de un hombre llamado Peralta, era un hombre muy generoso, y caritativo el cual ayudaba al que se ponía enfrente, aunque el se quedara sin comer pero a los demás les daba lo que tenia sus hermanas le decían que no fuera tan tonto que se pasaba de bueno pero él, como buen hombre que era no le interesaba y al contrario les daba mas y mas y sucedió que un día, por la noche llegaron unos peregrinos, uno de avanzada edad y el otro mas joven con el pelo muy largo, Peralta como buen hombre que era les dio posada en su casa y los invito a cenar aunque no tenia que ofrecerles, su hermana los superviso con una mirada que casi los desnudaba. Los dos peregrinos eras muy buenos y desprendían un olor muy bonito de rosas, la hermana les ofreció de comer y se dirigió a la cocina pero ya sabia que no había ni un grano de sal ahí pero su sorpresa fue que la despensa estaba llena, ella decía que era un milagro, y una recompensa que Dios le había enviado a su hermano por ser tan bueno. Al siguiente día despertó Peralta, y vio una mochila llena de onzas del Rey, muy asombrado, le dijo a su hermana y esta corrió la voz por todo el pueblo, pero como Peralta era un hombre muy honrado se dio a la tarea de alcanzar a los dos peregrino y al cabo de mucho camino los encontró y les devolvió el dinero, fue entonces cuando los peregrinos le dijeron que el mas viejo era San Pedro el que tenia las llaves del cielo y el mas joven era Jesús el Nazareno. Que le dijeron que habían dejado esa mochila a propósito para probar la honradez de Peralta, y por ello Jesús le dio cinco deseos.
Su primer deseo fue que el ganara el juego cada vez que quisiera, el segundo fue que quería que le mandara por adelante a la muerte, el tercero fue que el tuviera a quien quisiera y donde quisiera y el tiempo que fuera hasta que el quisiera, el cuarto fue que se hiciera chiquito como una hormiga, y el ultimo fue que el diablo no le hiciera trampa.
Explicación: