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La oratoria es esencial para el éxito educacional, personal y jurídico, donde tarde o temprano el pedagogo tiene que afrontar la situación de hablar delante de un grupo de personas, presentar un proyecto, examen oral, conferencias u clase. En cada uno de estos actos nos presentamos ante los demás y esta en juego nuestra imagen pública,
El orador tiene la palabra, la oportunidad de expresarse según su criterio, conocimiento y privilegio de contar con una audiencia dispuesta a escuchar, prestar atención y a dedicarle su tiempo. La experiencia en este sentido es sumamente gratificante, De los puntos principales a tener en cuenta para desarrollar una oratoria eficaz es adaptar las técnicas a nuestra personalidad como a nuestro estilo propio, el orador se proyecta íntegramente hacia la audiencia con sus temores, perjuicios e ilusiones, Transmite sus creencias, su particular enfoque de la vida. Conviene revisar previamente nuestras actitudes y mensajes para asegurarnos de la capacidad del discurso y así nuestra audiencia.
La riqueza personal del orador se traslada a la audiencia como si tratase de vasos comunicantes, originándose una especie de energía que se transmite entre el orador y su audiencia. El aprendizaje de las habilidades para la oratoria va estrechamente ligado a nuestra propia mejora personal, es un proceso en que descubrimos facetas, recursos y aptitudes que en algunos casos se mantenían ocultos. En cada persona existe un orador por descubrir, solo es cuestión de eliminar las barreras que lo ocultan, debe poner a su disposición algunas herramientas sencillas, crecer su seguridad y confianza en si mismo y darnos la oportunidad de salir en escena. Lo demás suele ser cuestión de preparación, actitud positiva y practica.
Hay que romper con las informaciones prefabricadas que preside nuestras pautas de pensamiento e ir a un concepto más critico sobre nuestra realidad y esclarecer para nosotros mismos el camino del humanismo para asumir una actitud de búsqueda por la libertad, la ilustración y una mayor influencia del mundo extrapolar. Los argumentos políticos e ideológicos deben concebirse como estímulo para el pensamiento y una compleja sintaxis para el crecimiento humano, donde debemos tener un punto de reflexión sobre el mundo actual y utilizar un punto de resistencia sobre la mala escritura y deprimente televisión que entorpece el desarrollo de nuestros sentidos en la elaboración de un lenguaje de mensajes fuera del alcance de todo desarrollo humano.
Pero vale la pena insistir, los venezolanos tenemos que desarrollar una ideología que destaque las virtudes de nuestro pasado en el mundo afrodescendiente y romper con los mitos de una práctica comprometida con la historia. El humanismo y el socialismo con una esencia verdaderamente democrática es ese avance que debemos dar todos los hombres de este continente latino para alcanzar una visión de futuro
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