Respuestas
la evolución política de México y la
reforma del estado
México ha experimentado en las últimas décadas transformaciones cualitativas de gran importancia en su estructura social,
demográfica, económica, política y cultural. En ese contexto, en
los últimos cinco años se ha venido instrumentando, a través de
un complejo proceso de negociación entre las principales fuerzas políticas, el proyecto denominado Reforma del Estado. A un
lustro del diseño de la agenda original de dicho proyecto, es posible hacer ya una evaluación de su significado y sus resultados
a la luz de lo que ha sido la evolución política general del país.
Introducción
Cualquiera que sea el punto de partida
que se utilice para comprender el proceso de cambio político que ha caracterizado
la evolución de México en los últimos años
–el movimiento del 68, la reforma políticoelectoral de fines de los años 70, las elecciones de 1988 e incluso las de 1997, en las que
el Partido Revolucionario Institucional perdió
la mayoría en la Cámara de Diputados y se
eligió por primera vez al jefe de Gobierno del
Distrito Federal– parece no haber duda de que
tal proceso ha producido hechos fundamentales para la democratización del sistema político nacional. Tampoco parece haberla en cuanto a la particularidad de la experiencia mexicana con respecto a las transiciones ocurridas
en otras naciones, como las sudamericanas (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay), las de Europa del este, o la de la misma España, que tantas veces fue propuesta como modelo y que
tanta admiración causó por sus formas
institucionales y su ritmo acelerado.
El caso mexicano ha sido distinto. Hemos presenciado una transición política con
características propias, cuyo impulso central
no ha radicado en la necesidad de superar un
régimen dictatorial y refundar al Estado, como
en aquellas naciones, sino en modificar de manera amplia las reglas del escenario del poder
y de la competencia política a través de un
proceso de cambio institucional y legal que
no ha supuesto hacer tabla rasa del pasado.
En este sentido, debe puntualizarse que
la transición mexicana no ha implicado la supresión de los principios básicos que definieron históricamente la estructura constitucional del Estado mexicano contemporáneo, en
tanto Estado republicano, representativo, democrático y federal. Estos principios estaban
ya presentes en la Constitución de 1857 y el
Constituyente de 1917 los retomó sin modificación alguna.
Por supuesto, y a pesar de tal continuidad en las formas jurídicas, la dinámica
* Profesor-investigador del Departamento de Sociología UAM-A.
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