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A través de una asociación local que recibe el apoyo del Fondo para el Logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (F-ODM), cuarenta amas de casa palestinas recibieron entrenamiento para hacer de guías y recibir a turistas en sus casas a través de una serie de talleres en temas como ética, primeros auxilios, comunicaciones, desarrollo empresarial, preparación de alimentos, higiene y ecoturismo.
El objetivo del programa es impulsar la autonomía económica y los derechos de las mujeres a la vez que se promueve la herencia cultural palestina y el turismo. Así, se apoyan destrezas que ya tienen en cocina, cosecha de hierbas y artesanía para ayudarles a aumentar sus ingresos en una zona donde el desempleo se sitúa en el 35 por ciento, y donde las oportunidades para las mujeres escasean.
Nala Awwad, una madre de 40 años con tres hijos en la localidad de Awarta, norte de Cisjordania, ya trabajó antes recibiendo turistas pero necesitaba afinar sus habilidades. “El curso me ayudó a corregir malos hábitos a la hora de lidiar con los turistas, preparand comidas y limpiando casas”, asegura. “También me dio la oportunidad de intercambiar ideas con otras mujeres”, añade.
El programa trabaja con comunidades cisjordanas que ofrecen atracciones culturales bien conservadas para impulsar un desarrollo socioeconómico sostenible. Su acercamiento inclusivo promueve actividades que involucran a toda la comunidad, desde tours ecoturísticos y artesanías hasta intercambios interculturales, visitas guiadas y otras actividades tradicionales.
“El turismo actúa como una fuerza motriz para ayudar a la economía palestina a crecer. Es crucial invertir en el gran potencial que tienen nuestros puntos de interés culturales desde una perspectiva palestina”, Raed Saadeh, director de la Asociación Rozana para el Desarrollo Rural, encargada de implementar el programa.
Awarta forma parte del tour “Sendero Sufí”, un paquete promovido por la Autoridad Palestina para atraer a turistas de los caminos golpeados de Jericó, Belén y Ramala, que llevan a los visitantes a ver monumentos sufíes, iglesias bizantinas, mosaicos antiguos, guarniciones romanas y cuevas prehistóricas, entre otras actividades.
La mayoría de los participantes del programa son amas de casa de entre 20 y 50 años, un grupo que se espera que más tarde entrene a mujeres en otras localidades, en técnicas para mejorar la higiene, agua potable, preparación de alimentos, aceptación de diferencias culturales, y códigos de ética, así como manejo de negocios y destrezas empresariales y técnicas de marketing.