Respuestas
Una vez realizada la lectura de la escena, procedemos a colocar signos de exclamación donde corresponde:
Argán, ¡Toñita!
Toñita (Entrando) - Ya va ¡Qué impaciencia! Siempre lo mismo. Que impaciencia.
Argán (Sentado en su silla) - Ah, mujer. ¡Nunca estás cuando más te necesito!
Toñita (hace como que se golpea la cabeza) - Me apuró tanto con sus gritos que me di un golpe en la cabeza contra la esquina de un postigo.
Argán (Encolerizado)
- ¡Cállate! No interrumpas mis regaños.
Toñita - Me los merezco por haberme golpeado así. ¿¡Acaso se está muriendo!?
Argán - Casi pierdo mi garganta llamándote. ¡Con los achaques que tengo!
Toñita - Y yo casi pierdo mi cabeza, estamos a mano. ¡Si me regaña, lloraré!
Argán - Acaso es preciso que, además me prive del placer de regañarte.
Toñita - No, usted regáñeme por su placer y yo me privaré del placer de llorar. A cada uno lo suyo, no es pedir demasiado. ¡Ay sí, voy a llorar!