Respuestas
Respuesta:
1.- Cambio de perspectiva. El científico que decide divulgar su trabajo, sus conocimientos o su investigación lo primero que tiene que hacer es salir de su esfera. Los científicos, como todos los profesionales, viven inmersos en sus trabajos, dentro de sus laboratorios, estudios o investigaciones.
2.- Aprender otro lenguaje. La ciencia tiene su propio lenguaje para la comunicación entre científicos. Se utilizan expresiones, giros, palabras y construcciones gramaticales que para el no científico no tienen el más mínimo sentido.
3.- Aprender otra manera de narrar. En ciencia se parte de un experimento A o un hecho A para intentar llegar a un experimento B o hipótesis B. A veces, incluso, se parte del punto B para intentar encontrar su origen. Se cuentan los hechos y experimentos de manera sucesiva y pormenorizada. En ciencia es necesario conocer los hechos tal y como han ocurrido, los avances y retrocesos, y por eso la narración es siempre muy lineal.
4.- Recibir feedback inmediato. En estos días, la divulgación científica (y cualquier otro tipo de comunicación) cuenta con la ventaja de poder recibir una retroalimentación casi inmediata. Cuelgas un post, haces un podcast o un video para You Tube y rápidamente puedes recibir una respuesta, un comentario, un dato que añade información o una crítica.
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