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Es evidente que la escasez de agua será uno de los grandes problemas del siglo. Por eso, los expertos reclaman una nueva cultura del agua que permita su gestión sostenible. Desde Aema se recomienda que la actividad agrícola, principal consumidora de agua en España, utilice tecnologías más eficientes y se pongan en marcha nuevas prácticas agrícolas, el uso de cultivos más resistentes a las sequías o los sistemas de riego por goteo.
Aunque también se destaca el crecimiento del consumo de agua en los campos de golf, el estudio indica que existen soluciones para limitar su impacto con la reutilización de aguas residuales para la irrigación, ya que la mayoría procede de las aguas subterráneas.
El estudio de Aema considera que, aunque la desalinización es una alternativa a las fuentes de agua convencionales, a la hora de evaluar el impacto global de la desalinización sobre el medio ambiente se deben tener en cuenta sus elevadas necesidades energéticas y las salmueras resultantes del proceso.
Por otro lado, teniendo en cuenta su elevado consumo hídrico, deberían evitarse los cultivos bioenergéticos en aquellas zonas con escasez de agua.
Seleccionar los cultivos y los métodos de irrigación mejoraría la eficiencia hídrica de la agricultura si se complementa con programas de asesoramiento a los agricultores.
Finalmente, el informe subraya que las autoridades deberían generar incentivos para un uso más generalizado de suministros de agua alternativos como las aguas residuales tratadas, las «aguas grises» y la recogida de aguas pluviales.
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