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La glándula tiroides se encarga de la producción de una hormona llamada tirosina, que se encarga de controlar el metabolismo a nivel de órganos y tejidos, por lo que su deficiencia o exceso de producción altera en forma significactiva el metabolismo basal, repercutiendo en el peso corporal.
La tiroides es una glándula endocrina, cuya hormona actúa sobre diversos órganos, como por ejemplo el hígado, en lo relativo al metabolismo del colesterol y de la glucosa; el corazón, manteniendo la frecuencia cardíaca; el músculo, promoviendo el uso de los nutrientes para su funcionamiento.
Un exceso de la tirosina produce uso excesivo de la glucosa, aceleración del metabolismo y pérdida de peso. Por el contrario, una falta no compensada produce debilidad, cansancio, acumulación de grasa y por ende, aumento de peso. Ambas situaciones son extremas y no frecuentes.