Respuestas
Respuesta:
La sal del océano procede de las rocas que se encuentran sobre la tierra. Así es como se origina:
La lluvia que cae sobre la tierra contiene dióxido de carbono disuelto que se encuentra en el aire. Esto causa que el agua de lluvia sea un poco más ácida debido al ácido carbónico (el cual se forma de la mezcla del dióxido de carbono y el agua). La lluvia al caer erosiona las rocas, el ácido se disuelve sobre éstas y posteriormente se convierte en iones. Estos iones se depositan en los arroyos y ríos llegando finalmente a los océanos. Muchos de los iones disueltos son aprovechados por los organismos que viven en los océanos y son removidos del agua. Otros de estos iones permanecen por largos períodos de tiempo causando que las concentraciones se vayan incrementando con el tiempo.
Cuando estábamos trabajando el ciclo del agua un niño hizo esta interesante pregunta:
“Si el agua del mar se evapora ¿por qué el agua de la lluvia no es salada?” (Tiene su miga…)
Bueno, teníamos que responder a esta cuestión. Así que hicimos otro experimento. Pusimos en un vasito agua con sal para ver qué ocurría cuando se evaporaba. Los niños/as quisieron probar también con azúcar, de forma que colocamos en otro vaso la misma cantidad de agua y azúcar.
Las hipótesis con respecto a lo que iba a ocurrir fueron muy variadas: el agua se evaporará y quedarán la sal y el azúcar; no quedará nada, todo se evaporará y el aire se lo llevará a otro sitio…
A la vuelta del campamento fuimos a ver qué había ocurrido. La sorpresa fue muy grande: en el vasito de agua con sal, solo quedaba la sal; en el de azúcar, el agua se había evaporado y quedaba una capa de hormigas muertas atrapadas en una masa sólida de azúcar.
Plasmaron el experimento en un papel y entre todos/as respondieron a la pregunta. (Imágenes)