Respuestas
1. Se aísla por voluntad propia
Aleja a la gente incluso si, paradójicamente, se siente muy solo.
2. Se sacrifica por los demás con demasiada regularidad
Llegando al punto de olvidarse de su propio bienestar físico y mental.
3. Suele boicotear sus logros o incluso sentirse deprimido y temeroso en vez de feliz cuando algo sale bien
Si algo sale bien, inmediatamente empieza a buscar qué cosa saldrá mal porque no cree que tanta bonanza junta sea posible.
4. Usualmente declina invitaciones a realizar actividades divertidas
Puede que también intente esconder que lo está pasando bien, en caso de que asista.
5. Insiste en relacionarse con personas que siempre terminan haciéndole daño
Como amigos o parejas que realmente no le hacen bien.
6. Muchas veces no logra llevar a término sus proyectos académicos o laborales
Incluso si tiene la habilidad de hacerlo.
7. Provoca que los demás se enojen y después se lamenta
Casi no se da cuenta que lo hace a propósito porque está muy encerrado en sus patrones mentales.
8. Evita que los demás lo ayuden o lo aconsejen
Porque si lo hace, tendrá que asumir y enfrentar todas sus conductas evasivas y autodestructivas.
9. No consigue rebelarse ante el abuso de poder, físico o emocional que pueda sufrir
Siente que es parte de lo que le toca vivir.
10. Manifiesta cierto tipo de conductas que son abiertamente dañinas
Como comer mucho o no comer nada o beber en demasía.
Si tú o alguien que conoces tienen una personalidad destructiva, es hora de pedir ayuda. No te sientas avergonzado, son cosas que definitivamente pasan en la vida. Lo importante es pedir ayuda y retomar el control de tu vida, porque nunca es demasiado tarde para ello.