Buscar el origen de la raza blanca, y sus consecuencias que tiene o que con lleva esta discriminación.

Por favor me ayudan​

Respuestas

Respuesta dada por: guerreroriveramerced
1

Respuesta:

El defensor del Estado argumentó que el “sentido común” permitía aglutinar a los armenios dentro del pueblo amarillo, a lo que el juez respondería que el saber popular no era un criterio válido para pronunciarse sobre adscripciones raciales. Incluso asumiendo que lo fuera, argumentó el juez, los armenios podrían pasearse por la blanca Europa occidental sin que nadie enarcara una ceja, a diferencia de otro ciudadano de la raza amarilla.

La raza blanca no sería definida hasta 1924 por una ley de Virginia. Para entonces, los armenios ya se habían asido firmemente al clavo ardiendo que les permitiría prosperar socioeconómicamente gracias a otra sentencia del año anterior. Durante el proceso, el armenio Tatos Cartozian tuvo que personarse en un juzgado para el “escrutinio visual” de su blanquitud.

Refugiados del genocidio armenio. Fuente: Biblioteca Nacional de Nueva York

El blanqueamiento del pueblo armenio del primer cuarto del siglo XX no debe subestimarse. Solo gracias a que los armenios eran blancos y podían convertirse en estadounidenses pudieron prosperar económicamente en comunidades como Fresno (California). Allí las leyes estatales impedían a los no nacionales poseer, alquilar o hacer disfrute de la tierra, lo cual suponía una condena casi inmediata a la vida miserable que vivían muchos sinocalifornianos.

Pese a que los armenios sufrían el racismo que les prodigaban sus compatriotas —abundaban calificativos como “sucio armenio negro”—, su ascenso en el escalafón fue innegable. En 2015 la renta per cápita de estos antiguos hijos del Imperio otomano era de 36.000 dólares, es decir, un 22% más que la media nacional, más del doble que la categoría censal “hispano o latino” y un 80% más que los afroestadounidenses.

Los judíos son otro pueblo con un estatus extraño en tierra estadounidense. La principal diferencia es que el elemento aglutinador en el término judío no es otro que la religión. Hay judíos de piel muy clara, como los polacos, y también hay judíos de piel oscura, como los etíopes; sin embargo, el 94% de los judíos se identificaron en el último censo como “blancos”.

Una importante proporción de este pueblo destaca como uno de los mejor adaptados a la vida estadounidense. Los judíos han conseguido tener un rector en todas las principales universidades del país —que un día les restringieron la entrada— y están representados en todos los sectores de la sociedad, incluido el Gobierno. Sin embargo, tienen enemigos en ambos extremos del espectro político.

En la extrema derecha, muchos opinan que es imposible hacer “América grande de nuevo” si las élites están sembradas de judíos que no proceden de la Europa blanca de los patriotas pioneros. En la izquierda, el antisemitismo proviene de sectores preocupados por las minorías. Algunos adscritos a esta línea de pensamiento asumen que todos los judíos estadounidenses son sionistas apologetas de Israel, Estado que lleva a cabo una política de ocupación colonialista que, en sus palabras, evidencia una ideología supremacista.

La última de las pruebas de lo escurridizo y mutante que es el monstruo de la raza la vemos en el estatus del pueblo al que oprime Israel. En efecto, los árabes —como los persas— han sido tradicionalmente considerados legalmente blancos en EE. UU.; algunos incluso han puesto de su parte adoptando nombres italianos. No obstante, desde el atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, el punto de mira —que históricamente ha estado fijo sobre el colectivo afroestadounidense— ha girado hacia Oriente Próximo.

Aunque en el contexto actual sería imposible, Administración Trump mediante, que una ley federal atacase directamente a los árabes o persas, la coyuntura para ellos se ha hecho tan dura como si fuera una legislación. Desde los perfiles raciales de las fuerzas del orden y la seguridad hasta la pesadilla en los aeropuertos y la politización del velo femenino, ser árabe en Occidente se ha convertido en una pesadilla.

Se hace evidente que los márgenes de la blanquitud suben y bajan como la marea según el cuándo y el dónde. Quien, como a menudo la nación estadounidense, ve la vida con un prisma racial no es otra cosa que un racista.

Extensión de la diáspora irlandesa. Fuente: Haverford

Explicación:


vivianaLopez65: te puedo preguntar algo que no tengo claro los armenios era el nombre que tenian antes las personas que eran de piel blanca
vivianaLopez65: muchas gracias me sirve mucho su respuesta
vivianaLopez65: ahh y las consecuencias?
Preguntas similares