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El Código Nacional de Tránsito estipula de manera clara, desde su Título 3, estas responsabilidades. Solo que muchos las ignoran, no las conocen o prefieren violarlas. Ir de afán, por ejemplo, hace que algunos se pasen un semáforo en rojo o en amarillo porque no ven a alguien y parece fácil no esperar: error, puede causar un accidente. ¿Y si aparece un carro de pronto con el que no contaba?
“Como peatones sabemos cuáles son nuestros derechos, pero nos olvidamos de las obligaciones y deberes, normas conectadas de manera inherente a la conservación de la vida”, explica Luis Carlos Díaz, especialista en circulación vial. Igual pasa con los otros actores, porque es más fácil que ponerse en los zapatos del otro.
Él añade que desde 1948 existe una ley que solicita a las instituciones educativas formar a niños y jóvenes en las normas de tránsito para que sean mejores ciudadanos, pero que no se cumple.
Para el agente de tránsito de Medellín David Toledo es importante que los actores viales las conozcan, y las cumplan. Para el peatón es importante, ya que “es el más vulnerable en la vía pública. Además, las personas en esta sociedad colombiana son muy imprudentes”, precisa.
Los derechos son más fáciles de identificar, incluso muchos son compartidos: tener un trato amable por parte de los otros actores y de las autoridades es el principio.
Así que les recordamos los deberes, según la Secretaría de Movilidad de Medellín, que son los que más se olvidan. Recuerde que el respeto comienza en usted.
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