explica la frase desde de un punto de vista ético y moral: "es necesaria la coherencia entre el pensamiento y la acción humana"
Respuestas
Desde el punto de vista ético y moral, la frase presentada significa que no debería haber diferencias entre nuestro comportamiento en sociedad y las normas que rigen nuestra convivencia como seres humanos.
La ética hace referencia al comportamiento que se espera de las personas en la sociedad y la moral se refiere a las normas de interacción humana escritas o acordadas en un contexto.
La frase "es necesaria la coherencia entre el pensamiento y la acción humana" nos indica que las acciones de las personas deben ser coherentes con el pensamiento, es decir, las acciones deben ser consecuencia de las ideas, pero tanto las acciones como las ideas deben estar en sintonía con nuestro buen comportamiento apegado a las normas y buenas costumbres para el bienestar de la sociedad.
Por ejemplo, si predicamos la paz, nuestras acciones deben ser pacíficas. Sería incoherente que en rechazáramos a una persona por sus creencias, raza, costumbres, origen, entre otros.
Cuando las acciones humanas son guiadas por la moral y las buenas costumbres y son consecuencias de sus pensamientos de bienestar para todos, la sociedad avanza y responde a los ideales de igualdad, fraternidad, progreso y cuidado mutuos.
Ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos nos proporciona además credibilidad personal, si nuestras acciones son ética y moralmente aceptables, seguramente dejaremos un buen legado a la humanidad.
Respuesta:
Explicación:
Desde el punto de vista ético y moral, la frase presentada significa que no debería haber diferencias entre nuestro comportamiento en sociedad y las normas que rigen nuestra convivencia como seres humanos.
La ética hace referencia al comportamiento que se espera de las personas en la sociedad y la moral se refiere a las normas de interacción humana escritas o acordadas en un contexto.
La frase "es necesaria la coherencia entre el pensamiento y la acción humana" nos indica que las acciones de las personas deben ser coherentes con el pensamiento, es decir, las acciones deben ser consecuencia de las ideas, pero tanto las acciones como las ideas deben estar en sintonía con nuestro buen comportamiento apegado a las normas y buenas costumbres para el bienestar de la sociedad.
Por ejemplo, si predicamos la paz, nuestras acciones deben ser pacíficas. Sería incoherente que en rechazáramos a una persona por sus creencias, raza, costumbres, origen, entre otros.
Cuando las acciones humanas son guiadas por la moral y las buenas costumbres y son consecuencias de sus pensamientos de bienestar para todos, la sociedad avanza y responde a los ideales de igualdad, fraternidad, progreso y cuidado mutuos.
Ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos nos proporciona además credibilidad personal, si nuestras acciones son ética y moralmente aceptables, seguramente dejaremos un buen legado a la humanidad.