Respuestas
Respuesta:
La digestión es el conjunto de mecanismos por los cuales se produce la degradación de los alimentos y su transformación en moléculas de tamaño reducido. El proceso supone una rotura enzimática tanto de glúcidos, como de proteínas y lípidos, por medio de enzimas de la saliva, jugo gástrico, jugo pancreático y células de las vellosidades intestinales. Los lípidos requieren además una solubilización micelar por medio de los ácidos biliares de la bilis.
Los productos finales de la digestión deben a continuación atravesar la pared del tubo digestivo y pasar a la sangre (absorción), para ser posteriormente distribuídos a todas las células del organismo. La absorción intestinal se caracteriza por ser un proceso rápido, de tal forma que la digestión y absorción de una comida compleja pueden completarse en menos de tres horas. Es, además, un proceso extraordinariamente eficaz; por ejemplo, la absorción de lípidos y proteínas es superior al 95 %.
Aunque en el estómago puede absorberse alcohol y algún otro tipo de moléculas (ciertos fármacos del tipo de la aspirina), sólo lo hacen en cantidades muy reducidas. Los procesos de absorción tienen lugar fundamentalmente en el intestino delgado y en el intestino grueso. El principal lugar de absorción es el intestino delgado, aunque el agua y las sales pueden hacerlo también en el intestino grueso.
Absorción de agua e iones
El agua que pasa por el intestino delgado, aproximadamente unos 9 litros diarios (2 litros procedentes de la alimentación y unos 7 litros procedentes de las secreciones digestivas), se reabsorbe en más de un 80% en el intestino delgado. El resto lo hace en el intestino grueso, de tal modo que sólo una pequeña cantidad, alrededor del 1%, se elimina con las heces. Los desplazamientos del agua tienen lugar por mecanismos pasivos osmóticos, y se relacionan normalmente con el transporte de solutos, siguiendo el gradiente osmótico creado por las sustancias absorbidas a la sangre.
El paso del sodio al espacio intercelular produce en éste una solución hipertónica que facilita el arrastre de agua como consecuencia del gradiente osmótico creado. El agua pasa desde la luz del intestino a través de las denominadas uniones estrecha, existentes entre las membranas de células adyacentes (vía paracelular), o en menor cuantía, a través del interior celular (vía transcelular). Las uniones estrechas presentan una permeabilidad decreciente, desde el duodeno hasta el colon, de tal modo que la participación de la vía paracelular en el transporte de agua se va reduciendo a medida que se progresa a lo largo del intestino. Una vez en el espacio intercelular, el agua, gracias al gradiente de presión hidrostática creado, puede pasar a través de la membrana basal (mucho más permeable que las uniones estrechas) hacia los capilares sanguíneos.
El cloro se absorbe en duodeno y yeyuno por difusión pasiva siguiendo al Na+. En el ileon y colon, realiza un cotransporte activo con el Na+, y también un intercambio con el bicarbonato.
El potasio difunde a través de canales y al interior celular por la bomba Na+/K+.
El calcio,se absorben diariamente de 200 a 300 mg mediante transporte activo transcelular, y transporte paracelular pasivo.
El magnesio, se absorbe como el calcio.
El fosfato, se absorbe alrededor del 65% mediante procesos pasivos, y también por un mecanismo acoplado al Na+, utilizando un cotransportador.
El hierro, en su forma hemo, penetra en las células intestinales mediante la formación de vesículas, seguido de digestión enzimática y liberación del hierro libre que se combina inmediatamente con la apoferritina para formar ferritina. El hierro en su forma no hemo, se libera de los alimentos y se solubiliza gracias a la acidez del jugo gástrico entre otros, lo cual permite el paso de hierro férrico (Fe +++) a ferroso (Fe++).