Respuestas
Respuesta:Papeiño acaba de morir y le ha dejado a Pegote, su único hijo, una herencia insólita: un hospital de muñecos. Lo que otro niño recibiría como un tesoro, para Pegote se convierte en una batalla contra el tiempo, pues debe evitar a toda costa que estas propiedades le sean arrebatadas por su codiciosa tía. Una investigación en el hospital, a partir de un acertijo propuesto por su padre, conducirá gradualmente a Pegote a una oscuridad que alberga el más profundo y terrible secreto que puede albergar un ser humano.
Explicación:
La temática de este relato gira en torno al abuso del que es víctima un niño de
siete años a manos de su tío político. La historia se desarrolla durante el juicio
en el que Pegote, el protagonista, quien vive con Carmentea, su tía, y el
esposo de ella, Ambrosio, narra al juez lo ocurrido desde que Papeíño,
su padre, antes de morir le pidió salvar a “alguien” cuyo nombre comienza por To… y quien era perseguido por un hombre de barba.
Intrigado por ello, Pegote regresa al hospital de los muñecos donde Papeíño vivía y trabajaba reparando juguetes porque intuye
que allí está la clave del misterio.
Entre recuerdos y temores, Pegote recorre los diversos espacios de la casa tratando de descubrir algunos indicios y, poco
a poco, va tropezando con ellos: muñecos de rostro triste;
vestigios de un incendio; el cascanueces; el almirante; las
intenciones de Carmentea de vender la casa de Papeiño sin
decir nada a Pegote; Lucrecia, la muñeca escondida en un
rincón que le explica cómo un muñeco que se oculta en
una capa negra los acosa y maltrata, razón por la cual todos se refugian en lugares oscuros.
Guiado por la mención de la barba y las sílabas iniciales
de ese nombre pronunciado por su padre, Pegote encontrará a Toñete, un muñeco vestido con las mismas ropas
que él lleva. Este hallazgo será la clave para ir tejiendo la
historia de abuso sexual que sufre Pegote a manos de Ambrosio y que se equipara a la historia de abusos que han
sufrido los muñecos del hospital, la cual será revelada con
claridad por el relato que Toñete le hace a Pegote. Según
cuenta Toñete, el muñeco de la capa lo ha chantajeado para
que le permita ciertas caricias, le ha prometido regalos, le ha
exigido silencio. Identificado con él, Pegote se va liberando del miedo y la vergüenza para contar, a su vez, cómo ha
sido presionado por Ambrosio, quien esculca entre sus cosas,
lo observa por un agujero mientras se ducha, entra a media
noche a su habitación para hacerle cosas que “otro día” contará.
Al final, otras pruebas como las fotografías de niños desnudos
en su computador contribuirán a desenmascarar la doble vida de
Ambrosio, quien fungía de gran señor, conferencista de temas de
superación y buen tutor de su sobrino. Pegote, por su parte, finalmente será adoptado por una familia