TAREA: Describa, de la estructura interna de la obra literaria que está leyendo para comentar en la semana 8, estos dos elementos:
Introducción o planteamiento
• tema
• ambiente
• personajes
Nudo
LA OBRA ES MARIA JESUS DE MEDARDO ANGEL SILVA
Respuestas
La estructura interna de la obra María Jesús es la siguiente:
Introducción o planteamiento
El escritor comienza a historia con una dedicatoria a un amigo, donde le dice que se va al pueblo donde creció a disfrutar de los parajes y a deshacerse de las penas que le causó un amor.
Tema
Se trata de un periodista que retorna a su casa familiar, herido, sintiéndose cercano a la muerte, con el corazón roto, revelando un primer conflicto humano: "Vuelvo a vosotros –campos de mi tierra– malherido del alma, huyendo al tumulto de la ciudad en que viven los malos hombres que nos hacen desconfiados y las malas mujeres que nos hacen tristes".
Durante su regreso evoca sus infancia en esos verdes parajes y de una forma poética le pide paz para su adolorido corazón, invocando la muerte de alguna manera: "¡Bendita, verde tierra, que fuiste caricia para mis ojos y reposorio y balsámico aceite para mi corazón! Dame la ingenua paz del espíritu, la santa sencillez del alma, la claridad de tus albas que sonrosan los cielos del color de las mejillas adolescentes, la transparencia de tu río que se enrosca a manera de musculoso brazo y te oprime, besándote. Y que, un día, retorne a ti, cuando esté mi cuerpo maduro para la eterna cosecha, y me lleven a dormir el largo sueño en el herboso cementerio del pueblo; y que de mi carne dolorida brote, después, un ramo alegre de florecillas de los campos, en cuyos cálices beban las gotitas del cielo, las irisadas mariposas campesinas y los agrestes pájaros..."
En medio de su mundo de dolor se reencuentra con María Jesús, a quien había dejado niña y ahora era una hermosa jovencita de 15 años. No pudo evitar sentirse atraído por ella, reavivando su sed de amor: "Y esta sed de amor, esta fiebre (...) que se consume sin tregua, que arde inextinguible, hoguera alimentada por mi propio corazón, hizo inclinar mi alma sobre el cristal diáfano de su alma cándida; y pregúntele, ya temblando la voz con el divino –con el mil veces sabido y deseado– temblor de la pasión recién nacida: –Y tú ¿me recuerdas?... "
El tema es simple, lleno de figuras poéticas y líricas, expresa con una maestría inigualable la poesía narrativa, hasta en la descripción de la seductora belleza de María Jesús y su sencillez tímida y adolescente: "María Jesús tenía entonces 15 años, lindos como quince rosas; los ojos negros de mirar hondo y triste; la tez morena de manzana madura y el pelo azuleante de lo negro, y la boca sensual del progenitor audaz y bravo, y los senos duros como frutos verdes, estrujados en el vestido blanco, limpísimo...."
Personajes
Los personajes son: el joven periodista, María Jesús y Don Simón. En su narrativa el periodista nombra a los padres de ella y a los peones quienes fueron amables con el cuando niño, especialmente Don Simón.
Nudo
El periodista se da cuenta de la cautivante belleza de María Jesús, y poco a poco se siente atraído por ella. Ella también se siente igual pero ninguno de los dos revela sus pensamientos. En medio de las miradas cómplices y los pensamientos del periodista, levemente se hace referencia al contexto, pero no le da importancia más allá de lo anecdótico, salvo en la explicación de las razones de la orfandad de María Jesús: "esta María Jesús tenía una historia; era hija de un revolucionario, un montonero bravo como un tigre y una señorita primogénita de rico hacendado. Un día murió la madre –veinticinco años, trenzas rubias, ojos tristes, frente lunar y empalidecida de una enfermedad ignorada– una noche murió el padre, luchando en la maraña palúdica, luchando contra los hombres del gobierno –o su gente– quemó la hacienda, destrozó los sembríos y mató las reses que no pudo pillar: había hecho justicia". Revela aquí el segundo conflicto humano: el dolor del padre por la pérdida de su mujer, a quien de alguna manera no supo cuidar, dolor que acabó cuando terminó su propia vida.
Desenlace
La obra culmina cuando el periodista logra acercarse un poco más a los afectos de María Jesús, pues ella era muy tímida. Otra parte del desenlace se deja a la imaginación del lector. Un día el periodista toca una melodía en el piano, lo que hace que broten las lágrimas en la joven: "y sus manos de rosa transparente cubrían su rostro inclinado en un escorzo de llanto y su cuerpo temblaba como una gran magnolia movida por el viento. Interroguela tímido: –¿Qué tienes?...
Y ella volviendo a mí los ojos, rebosantes de infinito, me acarició con su negra mirada:
–No sé... es que esa música hace dar una penita –dijo, y se inclinó llorando".
Y la historia culmina justamente cuando ambos se atreven a hablar de sus sentimientos, tomando como intermediaria la música y lo conmovida que se muestra María Jesús.