Respuestas
Respuesta:
El estrés agudo:
Las glándulas adrenales y suprarrenales, ante estos estímulos, descargan hormonas como el cortisol y la adrenalina que acaban por impactar en diferentes órganos: nuestro corazón comienza a latir más rápido y fuerte, la respiración se acelera, los músculos se tensan o la vista mejora… Se pone en marcha el mecanismo de alerta y nos preparamos para enfrentarnos a la situación “potencialmente” peligrosa. A este estrés se le conoce como estrés agudo, ya que es intenso y puntual. En numerosas ocasiones, puede incluso, hasta ser estimulante y placentero, ya que nos prepara para actuar y salir adelante.
El estrés crónico:
En cambio, el llamado estrés crónico, sino se trata a tiempo, puede tener consecuencias muy negativas.
Las permanentes exigencias vitales, junto con las dificultades personales, emocionales o laborales pueden desencadenar una situación de estrés sostenido en el tiempo, con consecuencias nefastas para el metabolismo.
Espero que te halla servido