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Respuesta: Cuenta la leyenda que hace muchos años una bella enfermera se preparaba a contraer nupcias con un joven médico, ambos trabajaban en el hospital Arzobispo Loayza, de Lima, la capital peruana. La fecha de la boda estaba cerca y el novio viajó a su ciudad natal para invitar a sus familiares.
En el trayecto ocurrió un accidente de tráfico en el cual el apuesto médico perdió la vida.
Al enterarse de la noticia la bella enfermera que se encontraba de guardia en una fría noche limeña, decidió suicidarse.
Por aquella época, el hospital se estaba implementando de nuevos pabellones, con lo cual tenía maquinaria de construcción de la época. La enfermera que trabajaba en una segunda planta decidió tirarse al vacío y así acabar con su vida; así sucedió y con tal coincidencia cayó sobre unos hierros que acababan en punta, los cuales le quitaron la cabeza literalmente. Allí quedó muerta la bella joven enfermera sin cabeza.
Pasado el tiempo, aún se le ve caminar por los pabellones de dicho hospital. Algunos pacientes juran haber sido atendidos por una enfermera de traje blanco resplandeciente y capa de terciopelo azul, cuando en realidad ahora las enfermeras en el Perú no llevan capa azul... Algunas personas dicen no haber podido verle la cara, y desde esos fenómenos se ha creado la historia de la enfermera sin cabeza... Misterio, regreso del más allá.
Explicación:
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1 .-2.-La casa Matusita (Ciudad de Lima)
Esta es, tal vez, la historia más popular en nuestra ciudad capital. Se centra en la antigua y enigmática casa ubicada en el cruce de las avenidas Garcilaso de la Vega y España, en el centro de Lima. Hace algunos años, la famosa casa de dos pisos fue demolida y reconstruida, debido al daño interno de su estructura; pero el misterio que la ronda no desaparece y continúa siendo motivo de conversación hasta ahora. El nombre de Matusita surgió a partir de un negocio de ferretería que ocupó el primer piso de la casa durante alrededor de 50 años en el siglo XX, por lo que hasta ahora, popularmente se le conoce a todo ese edificio como “Casa Matusita”. Ya en el siglo XXI un negocio bancario ocupó dicho lugar y tanto los trabajadores de este negocio como los del anterior, indicaron haber escuchado sonidos extraños provenientes del misterioso segundo piso...Pero ¿Cómo empezó el mito?
La leyenda se inició hace más de 250 años. Se dice que en 1754, la Santa Inquisición tomó presa a una mujer de ascendencia persa, llamada Parvaneh, que se dedicaba a la sanación de enfermedades incurables, lo que causó que se le considerara una hechicera. Luego de torturarla incansablemente, ella tuvo que admitir ser seguidora del demonio, por lo que fue condenada a morir en la hoguera. Pero se dice que antes de su muerte, la mujer lanzó una maldición en la casa que habitaba en esa época, que es nada menos que la casa actualmente conocida como Matusita.
Luego de esto, la casa se mantuvo deshabitada hasta el siglo XIX, cuando una familia japonesa empezó a vivir allí. Se dice que aquí es cuando empezó la maldición. Hay varias teorías acerca de qué es lo que sucedió en la casa en esa época, entre ellas está que se oían voces y se veían sombras de una manera incontrolable lo que hizo que la situación fuera insostenible, tanto que el padre de la familia enloqueció y maltrató a sus empleados tanto física como psicológicamente. Es por eso que el mayordomo y la mucama de la casa decidieron asesinar y descuartizar al hombre. Luego de realizar este atroz acto, trataron de incendiar la casa, pero al final, no se destruyó en su totalidad, y ellos fueron apresados y llevados a una institución mental.
Otra versión indica que el padre de la familia descubrió la infidelidad de su esposa, así que lleno de rabia y celos, el hombre decidió matarla y descuartizarla. Puso a los miembros de la mujer en cada rincón de la casa y cuando sus hijos llegaron y vieron la escena, el padre decidió matarlos también. Al haber asesinado a toda su familia, el hombre atormentado decidió quitarse la vida.
A partir de estos supuestos asesinatos, nació la leyenda de que si alguien se atrevía a ingresar a la casa por más de 5 minutos, podría ver a los muertos, así como escuchar los gritos y sonidos de los hechos desgarradores que pasaron ahí. Desde entonces, muchas historias se han tejido alrededor de este edificio, las cuales solo han alimentado el misterio y enigma de este lugar limeño.