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Primeramente, las plataformas electorales difunden un concepto esencial en la democracia: la pluralidad de ideas. Pluralidad de ideas, de opiniones, de proyectos que nutren la visión que cada persona tiene sobre un mismo problema, pluralidad en donde el ciudadano puede elegir y razonar entre las opciones políticas que ofrecen los diversos actores que están compitiendo. En términos conceptuales “…hablar de democracia, en singular, nos remite necesariamente al plano de las ideas”.
De igual forma fortalece dos conceptos esenciales para el desarrollo de un sistema democrático: el derecho de elección, concebido como la libertad que cada individuo tiene para elegir el proyecto o el conjunto de ideas que piense es el mejor para todos; y la civilidad política, que garantiza que el acceso al poder político se realice a través de la elección del mejor proyecto y no por la vía de la violencia.
En tiempos donde el “spot” electoral casi ha sustituido el diálogo y los argumentos políticos, las plataformas electorales son prioritarias para promover la comunicación entre los ciudadanos y los candidatos que quieren obtener un cargo de representación popular.
De igual forma, las plataformas electorales son prioritarias para conformar ciudadanos informados, interesados en los proyectos que afectarán su vida cotidiana y ampliando los espacios de análisis y deliberación política.
Por último, las plataformas electorales también promueven la participación política de los ciudadanos; estimulan su intervención crítica y propositiva en los asuntos públicos, no sólo desde una forma de pronunciamiento, “sino para que se convierta en cogestor de su propio desarrollo”.
Ante el reto que implica las próximas elecciones, los ciudadanos debemos exigir y buscar un diálogo a partir de las plataformas electorales, reconstruyendo el diálogo que se ha perdido debido al pragmatismo político y a la saturación de ideas vacías. Las elecciones del próximo 1° de julio permitirán a los ciudadanos la posibilidad de valorar y elegir libremente qué opción de gobierno es mejor; para que esto suceda, la información que tengamos de cada opción debe ser parte esencial del razonamiento de nuestro voto; y para realizarlo de forma informada las plataformas deben constituir un pilar que nos oriente a tomar una decisión.
Igualmente, los institutos políticos deben de dejar de ver a las plataformas electorales como un mero requisito para postular a los candidatos, y empeñarse en crear y promover ideas y proyectos realistas que generen un beneficio al electorado y a la ciudadanía en general.