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Tenemos que el auto Torino era considerado uno de los mejores fabricados en el país porque contaba con tecnología directa de los Estados Unidos, su tecnología se basaba en la de un Rambler American, y esto produjo un auto de alta calidad para un estado que recibía solamente autos de tercer mundo.
La mayor producción de estos autos fue en Argentina, sin embargo llegaron a diferentes países como Venezuela. Un auto de última generación para los momentos.
Respuesta:
El Torino no fue más que un Rambler American de 1964, levemente rediseñado por el estudio Pinin Farina y equipado con un motor llamado "Tornado" originario de 1961. Un mito erróneo asegura que fue un "desarrollo argentino", lo cual es enteramente falso y más que tal, el Torino fue un Frankenstein con motor de Jeep y tren trasero del fallido Ika Bergantín. Tuvo un fugaz buen desempeño deportivo internacional y la marca, que luego fue absorbida por Renault, utilizó eso como argumento publicitario, lo cual dotó a este sedan y sobretodo, a su versión dos puertas, mal llamado "coupé" sin ser una coupé, de un tufillo de éxito y de representante internacional de la Argentina que cualquiera de las marcas competidoras hubiera adoptado si el Torino hubiera sido un verdadero rival de peso en las ventas. El auto era una pesada berlina, de cola larguísima cuya única posibilidad de ganar performance era mediante la ganancia de potencia del motor, lo cual era factible, pero lo transformaba en una bestia consumidora y difícil de mantener regulada apropiadamente. Había versiones de que el Torino alcanzaba los 200 km/h, pero ninguna de las publicaciones de la época aseguraron llegar a eso. Lo cierto es que para 1969, tiempo en que con el Torino se hizo un intento de ganar las 84 horas de Nürburgring, los expertos pilotos viajaron un mes antes y tras reconocer el circuito durante dos semanas a bordo de autos de marca Renault, cuando abordaron los Torino, los accidentaron gravemente en dos ocasiones en las prácticas, debiendo reconstruirse uno usando las partes de ambos, lo cual habla de su inestabilidad y pésima aerodinámica. Por esos tiempos, para competir con el refinamiento de cualquier deportivo europeo de la época, al Torino le sobraban 500 kilos, un metro de largo y veinte centímetros de ancho, y para estar a la par de cualquier muscle car estadounidense, de donde provenía, le faltaban 200 caballos, porque el motor, si bien potente, no estaba a la par de sus similares de los Estados Unidos. Cabe la pregunta entonces acerca de ¿Qué fué el Torino? Tal vez un exponente pseudodeportivo en un mercado cautivo que no permitía el arribo de autos de otras procedencias. El Torino se fabricó hasta 1981, cuando ya era plenamente obsoleto y salvo su versión sedan, que exploró un costado de turismo viajero, no intentó otro mercado que el de aparente deportivo. Hoy muchos sobreviven penosamente, en manos de fans que los convierten a propano para que el gasto de combustible de un motor añoso y con casi 60 años a cuestas, manipulado por varios mecánicos, abierto y cerrado por manos inexpertas, intentado de generar más performances por aprendices de la nada, no se lleve puestas sus finanzas.
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