Respuestas
La corteza terrestre (sobre la que se situan los continentes y océanos) está fragmentada en bloques como si fuese un puzzle o las costuras de un balón de futbol pero de diferentes tamaños y formas. Cada uno de estos trozos o bloques rígidos y sólidos son los que llamamos placas tectónicas que tienen la particularidad de que pueden moverse muy lentamente gracias a que se apoyan sobre un nivel plástico que puedes imaginar como asfalto derretido y pegajoso.
Al moverse cada una de una manera lo que sucede es que algunas de ellas separan (abriendo océanos entre medias), otras se acercan (cerrando océanos), incluso llegan a colisionar (levantando cordilleras). Son los llamados movimientos divergentes, convergentes y transformantes o transcurrentes.
Todos estos movimientos entre placas están asociados a eventos sísmicos y volcánicos que se manifiestan en sus límites, de manera que si observamos un mapa con la localización de todos los volcanes, tanto terrestres como submarinos, y otro que marque la ubicación de los seismo veríamos que ambos coinciden y que además siguen las lineas coincidentes con los bordes de cada placa.
De forma resumida existen unas veinte placas principales de las cuales siete son las mayores y más importantes: Norteamericana, Sudamericana, Africana, Euroasiática, Pacífica, Indoaustraliana y Antártica. Otras, de menor tamaño, son secundarias, entre las que destacan las de Caribe, Nazca, Cocos, Juan de Fuca, Escocesa, Filipina y Arábiga, y otras, ya mucho más pequeñas, normalmente restos de la rotura de otras mayores, forman microplacas.
geoplanet.