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Respuesta:
Los profesores pueden transmitir formas de comportamiento apropiadas para garantizar una buena convivencia dentro y fuera del aula. No es necesario dedicar tiempo específico a estas actividades, aunque también puede hacerse, sino que cada profesor en las clases dedicadas a su materia puede abordar estos aspectos de diferentes formas.
Es muy importante trabajar la comunicación, facilitar un intercambio apropiado de mensajes, que tenga en cuenta los aspectos verbales y no verbales. Se trata de desarrollar una comunicación fluida mediante la utilización de la escucha activa, la empatía y la asertividad.
Es necesario que los alumnos sean capaces de dialogar sobre temas variados y llegar a acuerdos cuando expliquen cada punto de vista. Para ello, se pueden realizar diferentes debates en el aula que inviten a la reflexión, al diálogo y la consecución de una solución común.
Por otro lado, podemos plantear algunas recomendaciones en la organización de la clase:
Cómo solucionar un conflicto
defiende la necesidad de enseñar a los alumnos a resolver conflictos por sí mismos. Para ello propone los siguientes pasos:
Analizar el conflicto: en qué consiste, cómo se ha desarrollado, etc.
Plantear las metas que se desean conseguir y priorizarlas.
Proponer alternativas como solución al problema y valorar sus ventajas e inconvenientes.
Seleccionar la solución con mejor valoración y desarrollar los pasos que se van a seguir.
Poner en marcha la solución seleccionada.
Evaluar el resultado y las posibles mejoras.
Estos pasos pueden utilizarse en la resolución de cualquier conflicto y se pueden entrenar mediante diferentes actividades, dinámicas y ejercicios. Sin embargo, es conveniente practicar bien todos los pasos, por ejemplo mediante role-playing, para asegurar su correcto aprendizaje.
Cuando el problema es de mayor gravedad y el individuo no puede solucionarlo por sí mismo puede ser conveniente emplear otras estrategias, en las que se contará con la ayuda de otras personas. Dichas estrategias son:
Alumnado ayudante: su función es ayudar a sus compañeros cuando estos lo requieran tras haber recibido una formación básica en las habilidades comunicativas y sociales comentadas anteriormente y siempre con la supervisión de personal docente.
Mediación: se utiliza para resolver conflictos entre dos personas que solicitan la ayuda de una tercera que guíe el proceso para alcanzar una solución.
Negociación: es un proceso similar al anterior, aunque frecuentemente se lleva a cabo entre las dos partes implicadas en el conflicto. En ocasiones puede intervenir una tercera persona como negociador, siendo la diferencia fundamental que en la negociación esa tercera persona además de controlar el diálogo entre las partes en conflicto, puede intervenir en el establecimiento de los acuerdos a adoptar.
Asamblea: es un proceso de debate que busca la reflexión grupal y el planteamiento de acuerdos entre todos los implicados.
Consenso: es el mismo proceso que acabamos de comentar, pero se diferencia en que el objetivo es alcanzar una decisión unánime.
Método pikas: se utiliza cuando se producen situaciones de acoso o maltrato entre iguales. Se realizan entrevistas individuales con la víctima y el agresor para frenar la agresión. Posteriormente, pueden proponerse entrevistas conjuntas si la evolución es positiva.
Círculo de amigos: se emplea cuando un grupo o gran parte del mismo rechaza o margina a un alumno. Se establece un encuentro con el grupo sin la presencia del alumno para reflexionar sobre la situación y llegar a un compromiso de cambio.
En la solución de un conflicto puede ser necesaria la participación e implicación de la familia.
Las dos últimas estrategias se utilizarán únicamente cuando se produzcan casos de extrema gravedad, como se indica en su descripción