Respuestas
Los límites, son todas aquellas líneas rojas que no se pueden cruzar jamás. No hay situaciones excepcionales. Para que nos entendamos, son todas esas cosas que comprometen la seguridad de nuestros hijos, su alimentación, su salud y sus relaciones sociales sanas y respetuosas. Los límites son innegociables, no admiten discusión. De la lista que puse al principio serían por ejemplo: “Hay que ponerse el cinturón de seguridad en el coche, no se mete la mano en el enchufe, no se pega a nadie.
Las normas, regulan la convivencia y marcan la organización de una familia. Más que limitar, lo que hacen es reglamentar y se refieren a conductas, no a líneas rojas inquebrantables. Por supuesto que las normas no pueden estar en contradicción con los límites, pero la diferencia con estos es que las normas sí permiten la negociación. Son más flexibles. Si un día no se cumplen, no estaremos a poniendo en riesgo la integridad de nadie. Las normas se pueden negociar. Es más, yo diría que se deben negociar cuando la edad del niño lo permita porque en ese proceso de negociación se genera un espacio de comunicación en la familia que enriquece mucho nuestra relación. Negociar es simplemente escuchar la opinión y los sentimientos de nuestros hijos. No quiere decir que vayamos a cambiar una norma sólo por escuchar su opinión
Un límite le dice al niña: "Hasta aquí puedes llegar. Más allá, no".
La norma es la forma en que se traducen los límites en la práctica. En mi casa por ejemplo la norma es cenar todos juntos, en otra que los niñ@s cenen antes que los adultos y por supuesto siempre a la misma hora. Cada familia tiene que establecer sus normas.