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Historia de la filosofía sin temor ni temblor: Capitulo 8, Hágase la luz.
Este capítulo trata sobre las personas que con creyentes y las que son pensantes. Cuando fuimos niños todos fuimos creyentes, ya que creíamos todo lo que nos decían sin darle muchas vueltas al asunto, hay quienes aun siendo adultos son creyentes, por lo tanto deciden seguir siendo intelectualmente como niños. A medida que las personas se vuelven mayores algunas se convierten en pensantes, por lo tanto piensan por sí mismas y cuestionan lo que han aprendido, estudiando las situaciones con la realidad y sus experiencias. Se basaban en el lema “Deja de creer y atrévete a saber”.
Durante toda la historia han existido creyentes y pensantes. En el Siglo XVIII fueron los pensantes quienes dominaron el mercado. También se le conoce al Siglo XVIII como el Siglo de las Luces o la época de la ilustración.
La ilustración se refiere al análisis racional de los enigmas de la naturaleza y los problemas de la sociedad. Por ejemplo para los pensadores ilustrados el conocimiento se basa en la ciencia física.
En el Siglo de la ilustración se respetaban los dogmas religiosos pero era evidente que la fe no se consideraba con mucho aprecio. En cambio se daba prioridad a los descubrimientos científicos o logros de las artes útiles.