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La evolución de las artes plásticas en Venezuela, como en cualquier parte del mundo, se encuentra asociada a los acontecimientos del contexto, teniendo como punto de partida los tiempos prehispánicos hasta nuestros días.
Antes de las llegada de los españoles al territorio venezolano, se contaban con poblaciones indígenas estables, cuyas manifestaciones plásticas se limitaban, según las evidencias actuales, a los objetos utilitarios de cerámica, las representaciones en terracota de cabezas con formas de trapecios y otras formas antropomórficas. Los objetos utilitarios hallados denotan un contexto en el que el intercambio social y la explicación de los fenómenos naturales era importante para los incipientes pobladores.
Durante la colonia hubo una imposición de la cultura española, lo que ocasionó que se trajeran manifestaciones del arte plástico ligadas a lo religioso, se intenta superponer una cultura a la otra, y en este contexto se destruyeron no solamente obras en su estado físico, sino también de su bagaje cultural. Sin embargo, este proceso consiguió una mezcla donde las expresiones del arte plástico prehispano fueron desdeñadas pero surgieron nuevas formas de arte plástico autóctonas durante la colonia, sobre todo la pintura, objetos religiosos y utilitarios que no abandonaron de todo las técnicas ancestrales. La pintura era la manifestación plástica sobresaliente y prácticamente en Caracas. Los nuevos artistas se encargaban de copiar clásicos y las obras originales eran vistas como expresiones callejeras sin ningún valor artístico.
La necesidad de defensa de los nuevos territorios se convirtió en la prioridad, lo que ocasionó que la arquitectura se concentrara en sistemas defensivos, con espacios aprovechables para las funciones esenciales. La población ya creciente sufrió los rigores de las enfermedades y los desastres naturales, lo que ocasionó que los artesanos se limitaran a satisfacer la demanda de objetos de utilidad religiosa, actividad que solían hacer las pocas castas libres.
Durante el período republicano se marca la ruptura con España y con todo lo que significaba la dominación española. En esta época surgen las pinturas dedicadas a la gesta heroica, pero las diferencias no son significativas y las artes plásticas, en el contexto de la emancipación, continúan con el arte que elogia a los héroes, los militares y los íconos religiosos, muchos de estos últimos fueron a parar a las iglesias.
Las artes plásticas se ven representadas por nombres como Herrera Toro, Juan Pedro Lòpez, Arturo Michelena y Tovar y Tovar, con un espacio ganado por la talla popular.
Seguidamente ganan protagonismo los paisajes y escenas cotidianas, en tiempos de las exploraciones de Alejandro de Humboldt, pero aún no hay conciencia del rol del artista. El género paisajístico retrataba a una Caracas que poco a poco pasaba a ser una ciudad, captando los cambios de la urbe. En este contexto se imponen la imprenta y las litografías . Las obras artísticas comienzan a ser propagadas revistas y en los libros. Tovar y Tovar es el retratista más insigne de la sociedad caraqueña.
En el contexto del centenario del natalicio de Bolívar surge la modernidad del arte en Venezuela, se bifurcan los caminos de los pintores y los cultores. Se configura una gran exposición con motivo del centenario bajo el Gobierno de Guzmán Blanco, quien además de la un impulso a las obras arquitectónicas en Caracas, en su afán de emular la capital francesa. Se crea la Escuela de Bellas Artes e imponentes construcciones que son ìconos modernos de la cultura. Un movimiento de artistas jóvenes, amantes de las artes modernas impulsan con sus protestas la transición del arte histórico al arte moderno, a través del Círculo de Bellas Artes, apoyando la creación y divulgación de nuevos estilos que dieron origen al arte moderno en Venezuela.
Los grandes museos de la época moderna se especializan en determinados estilos y se da un gran impulso a artistas plásticos que terminan siendo grandes referencias mundiales y creadores de formas particulares como Cruz Diez y Alejandro Otero. Lamentablemente el contexto político actual en Venezuela ha castrado el crecimiento de las artes plásticas y las ha sumido en la más profunda crisis de todos los tiempos.