Respuestas
Respuesta:
La discusión sobre interculturalidad
y su repercusión en educación surge
simultáneamente en América Latina,
Europa y Estados Unidos; considerando
eso sí fenómenos sociales disímiles. En
Latinoamérica, la reflexión ha girado en
torno a la diversidad lingüística, cultural y
política de pueblos indígenas y cómo esto
incide en la identidad, política y sistemas
educativos de los países con población
originaria. En Europa y USA, ha considerado
estrategias frente a la educación de niños y
niñas migrantes. De tal modo, los enfoques
y desafíos de la educación intercultural
han transitado por escenarios políticos y
disciplinarios determinados por múltiples
contextos históricos e ideológicos.
La interculturalidad supone procesos de
“negociación”, intercambio de saberes y coconstrucción social en valoración del otro.
Este paradigma debiese permear las políticas
educativas, ya que las particularidades
lingüísticas, sociales, económicas y políticas,
inciden en la realidad y cotidianeidad de
niños, niñas y jóvenes que se integran a
sistemas educativos con diversidad cultural
(García Canclini, 2004).
En contextos de migración, familias e
hijos viven procesos de desestructuración
en una realidad nueva y cambiante, no
exenta de discriminación. Por otra parte,
los ciudadanos residentes en los países
de destino, muchas veces se sienten
vulnerados por el cambio de su entorno.
Frente a esta realidad, los Estados requieren
garantizar los derechos que supone la
migración, apoyar a los ciudadanos de
origen y llevar a cabo procesos integrales de
cohabitación y valoración de la diversidad.
En este contexto, la interculturalidad debiese
focalizar la relación “entre culturas”, con el
fin de abordar las tensiones y promover
la convivencia.
En América Latina y el Caribe, la diversidad
en educación ha deambulado por enfoques
tales como la homogenización cultural y
lingüística -heredada del período colonialhasta asumir la interculturalidad como una
oportunidad, debido a que otorga identidad
sociocultural a los países multilingües y
pluriculturales. Desde una perspectiva de
equidad, se concibe como el intercambio
entre culturas en condiciones de igualdad,
lo que implica una construcción permanente
que aspira a la reciprocidad, crecimiento y
aprendizaje de las personas que conviven
en territorios de diversidad.
1
Educación y Desarrollo Post-2015
APUNTES Oficina de Santiago
Oficina Regional de Educación
para América Latina y el Caribe
Organización
de las Naciones Unidas
para la Educación,
la Ciencia y la Cultura
1 Magister en Educación Intercultural Bilingüe por la Universidad Mayor de San Simón, Bolivia.
La dimensión de equidad que conlleva la
interculturalidad, implica la construcción de
sociedades sin la hegemonía y dominación
de una cultura frente a la otra. Involucra
también el reconocimiento de identidades
excluidas, con el fin de establecer vínculos
cotidianos de vida en común. Desde esta
perspectiva, se posiciona como una realidad
social en proceso, que implica acciones
y comportamientos de valoración del otro
y de convivencia democrática. Contiene
derroteros como la búsqueda de consensos,
como también el reconocimiento y
aceptación frente al disenso (López, 2010).
La diversidad considera legados que dan
cuenta de manifestaciones arraigadas,
aprendidas, transmitidas y consensuadas
por un grupo. Esto configura una identidad
que no es estática, sino múltiple y
dinámica, dependiendo de los grados de
discriminación o valoración que los grupos
tienen entre sí, como asimismo del arraigo
cultural y valoración de los aspectos
políticos y culturales que sustenta cada
pueblo o sociedad.