Respuestas
Células epiteliales. Constituyen redes celulares de tejido epitelial, que recubre todas las superficies libres del organismo: conductos, mucosas, órganos huecos, glándulas o el revestimiento interno de las cavidades. Las distintas capas de la piel están formadas principalmente por ellas.
Neuronas. Un tipo de célula cuya membrana plasmática está dotada de excitabilidad eléctrica, sirviendo de conductora y receptora de los estímulos del sistema nervioso. No suelen reproducirse una vez alcanzada la madurez y son vitales para el control del cuerpo.
Fibroblastos. Las células más comunes y menos especializadas del cuerpo, forman parte del tejido conjuntivo, que mantiene la estructura corporal integrada y sostenida.
Adipocitos. Células encargadas de la gestión de las reservas energéticas del organismo: las grasas. A través de enzimas activan la lipogénesis y lipólisis, procesos de creación y combustión de grasas respectivamente, y responden sobre todo al circuito hormonal.
Osteoblastos. Las células primarias del hueso, se encargan de formar y organizar la matriz del hueso, que luego se mineralizará para conseguir su consabida resistencia. Son células cuboides, receptoras de calcio.
Células gliales o neuroglías. El sostén de la red neuronal, son importantes en el procesamiento de la información del organismo. Se encargan del control iónico y de neurotransmisores, sirviendo como una especie de pegamento al propio tejido nervioso. Son mucho más abundantes (1:10 a 50) que las neuronas.
Macrófagos. Células pertenecientes al aparato inmunitario del organismo, se ocupan de agentes patógenos o contaminantes, así como de células muertas en los tejidos que se renuevan, a través de la fagocitación de dichos elementos nocivos. Al hacer esto, generan un sistema de información celular que desencadena la respuesta inmunitaria.