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Respuesta:
Lavarse las manos antes de comer o después de ir al baño. Parece obvio pero a veces, con las prisas o por pereza no lo hacemos y esto supone un error. Un correcto lavado de manos con jabón puede prevenir enfermedades como la neumonía o la diarrea, por eso es importante hacerlo con frecuencia y saber cuál es el mejor método para hacerlo.
Limpiar e hidratar tu piel, también es un efecto protector y agradecido para tu cuerpo. Es recomendable que la ducha se haga de forma diaria, pero esta regla no es la misma para los niños que aún no han llegado a la adolescencia. En el caso de los más pequeños, de 6 a 11 años, deben ducharse entre una y dos veces por semana y cuando suden o se hayan bañado en una piscina.
Después de la ducha es imprescindible secarnos muy bien, para no provocar la aparición de hongos, producidos por la humedad. Una vez limpios y bien secos, pasamos a la hidratación. Esta es una parte fundamental para aportar agua a nuestra piel, que tanto la necesita. Puedes hacerlo una o dos veces cada día, lo recomendable es hacerlo por la mañana y/o por la noche, dependiendo de si tienes piel seca, mixta o grasa.
Lavarse los dientes es otra de los pasos fundamentales en la higiene personal. Una boca mal cuidada acarrea muchos problemas como el mal aliento, pérdida de dientes, aparición de caries o enfermedades como la periodontitis. Es aconsejable cepillarse los dientes después de cada comida, aproximadamente de tres a cinco veces al día, haciendo especial hincapié por la mañana y por la noche.
Los pies también necesitan un cuidado especial en nuestra higiene personal, especialmente para los diabéticos, porque pueden prevenir la aparición de úlceras en los pies.
Los pasos para una limpieza correcta son:
Lavar los pies a diario con agua y jabón, incidiendo en el espacio que hay entre los dedos.
Secar bien los pies con una toalla, insistiendo de nuevo entre los dedos para evitar la aparición de grietas.
Hidratar de manera adecuada los pies, en este caso no aplicar la crema entre los dedos.
Usar zapatos cómodos y adecuados a la forma de nuestro pie.
También es aconsejable, evitar andar descalzo en lugares públicos como piscinas municipales o baños comunes, para evitar la aparición de hongos.
Es imprescindible para evitar infecciones, hongos o picores.
En el caso de la mujer debe lavarse más de dos veces al día y debe ser secada, sin frotar, desde delante hacia atrás para evitar infecciones por bacterias como la Escherichia coli. Esto puede hacerse en el bidet o bien utilizar las toallitas húmedas, para hacerlo de forma más práctica.
En el caso de los hombres, la limpieza también debe ser diaria, para evitar posibles infecciones.
El cabello debe lavarse dos o tres veces en semana. También debe lavarse a diario en el caso de personas con el cuero cabelludo graso, o de aquellas que practican mucho deporte o sudan en exceso.
La ropa es como una capa más de piel que también acumula bacterias, tanto de nuestro cuerpo como del exterior.
Además de la ropa interior, que debe cambiarse a diario, es recomendable cambiar de ropa frecuentemente, especialmente después de la ducha.
Estos son solo algunos consejos de cómo tener una buena higiene personal, pero obviamente hay que tener en cuenta otros conceptos como las uñas, el cuidado fácil, etc.
Respuesta:
Debemos lavarnos las manos antes de cada comida. Durante el día establecemos contacto con miles de gérmenes, que transportamos en las manos.
La ducha diaria es una costumbre que se debe establecer. Durante el día caminamos, corremos, tenemos contacto con multitud de superficies, sudamos, etc. Una ducha diaria con los jabones adecuados garantiza que nuestra piel esté libre de infecciones.
La hidratación de la piel después de la ducha no debe ser un lujo. Tenemos que cuidar nuestra piel de las agresiones externas y evitar que se reseque y agriete. Así como utilizar desodorantes para evitar el mal olor y/o antitraspirantes para el exceso de sudor.
Debemos ducharnos después de la realización de deporte.
No debemos olvidar el cuidado de las uñas de las manos y los pies. Tenemos que cortarlas y limarlas convenientemente para evitar infecciones de la uña y de la piel circundante.
El cuidado del cabello es esencial. Hay que lavarlo con un champú suave y de vez en cuando cortarlo para renovar las puntas y mantenerlo sano.
Una mascarilla hidratante para el pelo de vez en cuando lo mantendrá hidratado y brillante.
Debemos cepillarnos los dientes después de cada comida principal, y si no es posible, al menos después de cenar. Hemos de asegurarnos que el cepillo llegue a todas las superficies dentarias. Por ello es bueno cepillarlos poco a poco y siguiendo un orden: es aconsejable empezar por las superficies externas, luego las internas y por último las masticatorias. El tiempo calculado para realizar la limpieza de modo óptimo es entre cuatro y cinco minutos. Podemos utilizar también colutorios y seda dental para completar la limpieza. No hay que olvidar la limpieza de la lengua frotándola con suavidad hacia delante usando el cepillo de dientes o bien usando un limpiador lingual.
No debemos utilizar bastoncillos para la limpieza de los oídos. Facilitan el arrastre de gérmenes al interior del oído y la aparición de otitis externa.
Tanto la ropa como el calzado deben ser objeto de especial atención. Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se cambiará diariamente.
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