Respuestas
Respuesta:El cuerpo de los seres humano es el resultado de millones de años de evolución del material que encontramos en el núcleo de las células: el ADN. Los genes son las unidades de información que posee este material genético, y la traducción del código genético se expresa en características, ya sean físicas (el color de los ojos, el tipo de pelo o la forma de nariz) como psicológicas (la conducta o la personalidad). El comportamiento con base genética
El uso de gemelos para estudios ha sido una gran herramienta que los científicos llevan usando durante años para entender cómo los genes y el ambiente influyen de manera diferente a cada persona. La idea es fijarse en hasta qué punto es la crianza o los genes lo que sirve para predecir mejor las regularidades que se pueden encontrar en el desarrollo del organismo y el repertorio de conductas habituales.
¿Pero todo depende únicamente de los genes? Es decir, ¿somos lo que somos y nos comportamos tal y como lo hacemos porque nuestro ADN dice que seamos así? La respuesta es no. El ambiente que nos rodea tiene algo que decir al respecto. La naturaleza humana es muy complicada, pero cada día estamos más cerca de entenderla.
Explicación:RESUMEN
En períodos de crisis económica y social, las situaciones de marginación y pobreza suelen ser presentadas como irreversibles y como signo evidente del fracaso de las medidas educativas y asistenciales anteriores. Estas circunstancias constituyen el terreno abonado para una amplia aceptación de opiniones que sitúen en lo biológico, en lo genético o en la raza las causas de la marginación, los altos niveles de fracaso escolar, el desempleo, la delincuencia y el bajo coeficiente intelectual medio. La genética, en concreto, ha sido y sigue siendo la disciplina preferida para dar el barniz seudocientífico a planteamientos ideológicos, insolidarios y antisociales difícilmente digeribles en crudo. En el trabajo sugiero que una argumentación filosófica seria contra los supuestos de las teorías hereditaristas de la inteligencia y del determinismo genético debe tener en cuenta ciertas aportaciones básicas de la biología molecular y la genética de la conducta.
ABSTRACT
In periods of economic and social crisis, marginalization and poverty are usually presented as irreversible and as evident signs of failure in previous educational and assistance programs. These circumstances constitute a fertile ground for the wide acceptance of opinions locating the causes of marginalization, high levels of academic failure, unemployment, delinquency, and low intellectual quotient, in biological levels, in genes or race . Genetics, in particular, has been and is the preferred discipline for the manipulation of theories to give a pseudo-scientific varnish to non-solidary antisocial ideological positions that are otherwise difficult to digest. In this work I suggest that a serious philosophical argument against the suppositions of hereditarist theories concerning intelligence and genetic determinism should keep in mind certain basic contributions of molecular biology and behavior genetics.
PALABRAS CLAVE | KEYWORDS
determinismo genético | genética de la conducta | bioética | biología y comportamiento humano | genetic determinism | behavior genetics | bio-ethics | biology and human behavior
1. Introducción
Desde que los abstractos «factores hereditarios» de Mendel fueron conocidos y descritos a nivel bioquímico como nucleótidos o combinaciones de los mismos formando genes, la genética ha sido el cajón de sastre donde situar cómodamente el origen y control de múltiples características, simples o complejas, de la naturaleza humana. El avance prodigioso de la biología molecular y los últimos desarrollos en técnicas de análisis y modificación del material genético han proporcionado infinidad de ejemplos sobre la importancia que tiene el genotipo individual para explicar la constitución biológica de un ser vivo, sus posibilidades o deficiencias metabólicas, motoras y cognitivas, así como gran parte de sus reacciones o comportamientos habituales.
Pero los avances en genética han ido siempre acompañados por cierto ruido de fondo. Desde el siglo pasado han sido propuestas muchas «tecnologías sociales» de corte eugenésico, racista y antisocial, en coherencia con los «datos» aportados por la ciencia de lo hereditario en cada etapa de su desarrollo. La reciente aparición en Estados Unidos de The Bell curve, un libro escrito por Charles Murray, ideólogo conservador que trabaja en The American Enterprise Institute, y Richard J. Herrnstein, profesor de psicología en Harvard hasta su muerte en septiembre de 1994, nos remonta de nuevo a una polémica que baja de tono pero nunca cesa. Los autores vuelven a sugerir presuntos nexos entre raza y coeficiente de inteligencia, en términos muy parecidos a los de Jensen en 1969. Afirmaciones como las que siguen han provocado una airada y calculada reacción en periódicos y revistas de gran tirada: