Respuestas
caperucita roja
caperucita roja era una niña que siempre llevaba un vestido rojo, vivía en un extremo del bosque junto a un arrollo, un día su madre la mando a llevarle una canasta con comida a su abuela que vivía al otro lado del bosque.
Ella fue y en el camino se encontró con un zorro que le pregunto
--a donde vas pequeña--
--a casa de mi abuela a llevar una canasta con comida--
--donde vive tu abuela--
--al otro lado del bosque--
el le mostró un camino largo y el tomo el corto, cuando llego toco la puerta, le abrió la abuela el la encerró en un closet y el se puso su ropa y se tapo en la cama, cuando llego caperucita el le dijo que estaba muy enferma y que dejara la canasta en la mesa y se fuera porque se podría contagiar, ella se fue y el zorro se quedo con la comida, mientras comía, un cazador paso por la casa y vio por la ventana y vio al zorro, entro y mato al zorro, saco a la abuela del closet y se llevo al zorro para hacerlo una alfombra.
THE END
– A la casa de mi abuela, le contestó.
– ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?
El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó a la puerta.
– ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.
– Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.
La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; mientras lo hacía, un gatito dijo:
– ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!
– Desvístete y métete en la cama conmigo.
– ¿Dónde pongo mi delantal?
– Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.
Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:
Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:
– Abuela, ¿por qué estás tan peluda?
– Para calentarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?
– Para poder cargar mejor la leña, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?
– Para rascarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?
– Para comerte mejor, hijita. Y el lobo se la comió.”
Respuesta:
hola
Explicación: