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Leer el contenido nutricional de lo que comemos debería ser un hábito tan saludable como hacer ejercicio o tomar agua, ya que estamos hablando de los productos y sustancias que ingerimos. Según el médico nutriólogo Arnaldo Hurtado, muchas personas ignoran que la información que se consigna en las etiquetas de los alimentos, no solo brinda información real sobre lo que estamos comiendo, sino que resulta muy valiosa cuando alguien se encuentra en un régimen especial o es alérgico a algunos ingredientes.
Todos sabemos que comer es vital para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. De los alimentos, el organismo obtiene los nutrientes necesarios para realizar cualquier tipo de actividad, ejercicio o no, así como para mantenerse equilibrado y saludable. Sin embargo, no todos los alimentos son iguales, ni cumplen la misma función. Solemos decir que unos son habitualmente usados como energía, los hidratos de carbono, mientras otros nos influyen directamente en la musculatura, las proteínas, pero ¿qué hay realmente detrás de los nutrientes?
En cualquier caso, y ante todo, debemos saber que lo ideal es una alimentación equilibrada, ya que el cuerpo necesita de todos los tipos de nutrientes en su justa medida para funcionar correctamente, pero conocer algunos datos sobre la composición de los alimentos nos ayudará mucho a llevar esto a cabo. Veamos algunos conceptos que nos pueden ser útiles.
Obteniendo nutrientes
Los nutrientes no se ingieren de forma directa, sino que se asimilan a través de los alimentos que los contienen, y que nosotros ingerimos. Que el cuerpo tenga los nutrientes necesarios depende, por tanto, de lo que comemos. La clasificación más amplia entre los componentes de los alimentos son los macronutrientes, que ocupan la mayor proporción de los alimentos(están compuestos principalmente de ellos). Después, como clasificación más pequeña, tenemos los micronutrientes, presentes en pequeñas proporciones en los alimentos.
Los macronutrientes son las proteínas, los hidratos de carbono (o glúcidos), y las grasas (o lípidos). También podrían llegar a considerarse en esta clasificación, según la definición, la fibra y el agua, por estar presentes en grandes proporciones de ciertos alimentos. Sin embargo, no suele ser así porque no aportan calorías. Los macronutrientes son los principales componentes que debemos tener en cuenta a la hora de seguir o preparar una dieta, pues sus proporciones, junto con la cantidad total de calorías, suelen determinar si una dieta es adecuada y equilibrada o no.
pan
Entre los micronutrientes encontramos las vitaminas y los minerales. A pesar de encontrarse en proporciones muy pequeñas en los alimentos, no son por ello menos importantes, siendo completamente necesarias para vivir. Un ejemplo que hemos comentado últimamente es el del sodio, un elemento que hay que controlar mucho si se es hipertenso, pero que afecta seriamente al rendimiento deportivo y la salud si sus niveles son excesivamente bajos, llegando a provocar la muerte en casos extremos.
Nutrientes y metabolismo
Los nutrientes también pueden ser clasificados según la función que realicen en el metabolismo. Diríamos que hay un grupo de ellos que se usan normalmente como combustible celular. Este grupo es conocido como el de los nutrientes energéticos, y de ellos se obtiene energía al oxidarlos en el interior de las células. La mayoría de los nutrientes que ingerimos se utiliza para esto.
Otro grupo sería el de los nutrientes utilizados para construir y regenerar nuestro cuerpo. Son los nutrientes plásticos, como pueden ser las proteínas, aunque también están presentes en pequeñas cantidades de otros tipos de nutrientes. El último grupo vendría dado por la función de facilitar y controlar las funciones bioquímicas que tienen lugar en los seres vivos. Constituido por vitaminas y minerales, se les atribuye la función de la regulación. Otro elemento a considerar, al margen de los distintos grupos, es el agua, que actúa como disolvente de otras sustancias, participa en reacciones químicas y elimina deshechos.