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Respuesta:
Había una vez un niño llamado Jack. Él vivía con su mamá. Ellos eran muy pobres. Todo lo que tenían era una vaca. Una mañana, la mamá de Jack le dijo que llevara la vaca al mercado y la vendiera. En el camino Jack conoció a un hombre. Él le dio unos frijoles mágicos a cambio de la vaca. Jack tomó los frijoles y regresó a casa. Cuando la mamá vió los frijoles estaba muy enojada y los tiró por la ventana. La siguiente mañana, Jack miró afuera de la ventana. Había un tallo (Nota: Se podría traducir de esta manera ya que "beanstalk" es habichuela pero en el cuento en inglés se refiere a el tallo). Él escaló al cielo entre las nubes y vió un hermoso castillo al que entró. Jack escuchó una voz: "¡Fee, fi, fo, fum!" y corrió hacia una alacena. Un enorme gigante entró a la habitación y se sentó. En la mesa había una gallina y un arpa dorada. "Pon" dijo el gigante. La gallina puso un huevo el cual estaba hecho de oro. "Canta" dijo el gigante. El arpa comenzó a cantar. Pronto el gigante se quedó dormido. Jack saltó fuera de la alacena y tomó a la gallina y el arpa. De repente el arpa cantó "¡Ayuda, maestro!" (Nota: "master" puede ser traducido también como patrón o señor a manera de que él es quien manda o que trabajan para él). El gigante gritó: "¡Fee, fi, fo, fum!". Jack corrió y comenzo a descender por el tallo mientras el gigante lo perseguía. Jack gritó: "¡Ayuda, mamá!". Su mamá tomó un hacha y cortó el tallo. El gigante cayó y se estrelló contra el suelo, nadie lo volvió a ver. Con los huevos de oro y el arpa mágica Jack y su mamá vivieron felices por siempre.
¡Espero que te haya servido!