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La humanidad vive un proceso de constante cambio. Las sociedades se van transformando de una manera cada vez más dinámica. Las ciencias sociales, dentro de las cuales se incluye obviamente al derecho, no deben ser inmutables. Son parte de un proceso de continua revisión. Sus instituciones y concepciones deben ser sometidas a rigurosas discusiones de manera permanente, para no perder vigencia en este complejo proceso. Es por ello que consideramos que existen un sinnúmeros de factores que rodean los procesos democráticos que precisan ser cuidadosamente atendidos. Caso contrario, es imposible pensar en el desarrollo económico y social de los pueblos.
La vida social está impregnada en el hombre de manera absoluta, solo en sociedad puede realizarse. Una persona aislada nada puede lograr. Cada individuo es distinto a su par, y así mismo, toda sociedad es diferente a las demás. Entonces se debe ver desde la perspectiva propia cómo lograr una convivencia verdaderamente sana, teniendo en cuenta el hecho de que eventualmente la perspectiva ajena pueda ser distinta.
El hombre, al ser un “animal político”, dotado de razón, está llamado por su propia naturaleza a la vida política, en la cual debe cuidar necesariamente ciertos valores para poder convivir. A modo de ejemplo, podemos tomar la tolerancia, valor tal, que es fundamental e indispensable para lograr un proceso democrático sólido. Respetar las ideas distintas, y no solo eso, sino tolerar la forma de vida y actuar del semejante, siempre que no se exceda de su libertad personal. La libertad propia, termina exactamente en el punto en el que comienza la del otro. La democracia no se encuentra en el consenso, sino que, en el disenso “civilizado”, con el valor agregado de la tolerancia.
La convivencia social a la que nos referimos necesita ser plasmada en un orden jurídico. La soberanía es un atributo del poder del Estado, en virtud del cual, el “poder supremo”, no reconoce a otro por encima de él, sea en el orden interno de un Estado, o en el internacional. Así encontramos como factor de gran importancia para la Democracia, una Constitución Nacional que vaya acorde a las necesidades coyunturales de la población, las cuales, van cambiando y transformándose de manera dinámica con ella misma.
Haciendo la aclaración de que los sistemas de elección de autoridades y las estructuras normativas no son más que una parte del fundamento global de la democracia, entramos a analizar cuáles son los factores que debe prever la carta Magna de un país que pretende ser democrático, cuanto menos en la teoría. En primer lugar, un correcto equilibrio en los poderes del Estado. Este debe ser lo más real posible, para construir el proceso. La idea es que el poder no se concentre en uno de ellos. La sociedad va cambiando permanentemente, y esto conlleva a la obligación de tener procesos de cambio continuos en los sistemas. No se puede pretender que una misma estructura normativa tenga la misma eficacia y vigencia en su principio que después de treinta años, ya que las mismas se van haciendo a medida de las situaciones y las exigencias del momento. Además, se debe tener en cuenta la aceleración que le da a los cambios la distribución de la información hoy en día.
Se debe buscar beneficiar a la mayor parte de la población, respetar la libertad del individuo, sin desatender las inquietudes de las masas. La Economía Social de Mercado y el Estado Social de Derecho, pueden ser el camino para lograr este menester.
Factor imprescindible es la educación.
Se debe comprender que la democracia no se encuentra en el conceso, ni es nada parecido. Muy por el contrario, se encuentra en el disenso, y en comprender que pueden coexistir posturas dispares. Pero para poder lograr esta conclusión, y para comprender los avatares de la vida pacífica y democrática en sociedad, el sujeto requiere de una educación básica completa, en la cual se hayan incluido los valores que mencionamos.
Esto se nota mucho en la convivencia urbana, por ejemplo, en el respeto de las señales de tránsito, o en el correcto uso de las vías peatonales (franjas de cruce y veredas), elemento tal, que incluso podríamos tomar como parámetro para medir el nivel de conciencia de vida social de un país o un determinado grupo de personas.
La educación debe necesariamente adecuarse a ese escenario y a las nuevas exigencias de un grupo social que busca volverse verdaderamente democrático. Los docentes de escuelas, colegios y universidades deben ser partícipes directos del proceso democrático. Pero para esto es necesario que sean ellos los primeros en comprender e interiorizarse en los principios fundamentales que hacen a la democracia.
Se que es largo pero si quieres lo lees y lo resumes a lo que te parezca mas interesante de cada factor y la mayoría de los factores se dicen al principio de cada oración así que aun que no tengan titulo si no me equivoco todos están ahí
Explicación:
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Derechos políticos y libertades civiles , Estado de derecho , participación, Rendición de cuentas horizontal , Rendición de cuentas vertical y responssibenses.