Respuestas
Respuesta: como se llamaban los pollos de la niña?
Explicación: esto esta relacionado En 1980, Portugal quedó asombrado con la historia de una niña de nueve años que pasó la mayor parte de su vida en un gallinero, comenzando a adquirir comportamientos típicos de estas aves.
Al ser rescatada por la policía, la menor de edad se encontraba con serios problemas de desnutrición y prácticamente no podía hablar, por lo que los medios la llamaron “Chicken Girl” (“la chica pollo”).
María Isabel Quaresma Dos Santos, nació en 1971, en una humilde casa de piedra en Tábua, un distrito de Coimbra.
Su madre Idalina vivía en la pobreza máxima y sufría de problemas mentales como consecuencia de la meningitis que sufrió cuando era apenas una niña.
Al darse a conocer la historia de María Isabel, varios medios afirmaron que Idalina había arrojado a su hija de un año al gallinero que había en su propiedad, porque no la consideraba parte de la familia.
Sin embargo, la verdad no era exactamente así. Vecinos del lugar aseguraron años más tarde al diario portugués Expresso, que debido a los problemas mentales de la mujer, cada vez que salía de la casa, encerraba a la pequeña de poco más de un año, en el corral junto a las gallinas y la dejaba ahí durante días e incluso semanas.
Así luce hoy la casa | Expresso
Así luce hoy la casa | Expresso
Debido a la falta de cuidado de su madre (de su padre no se sabe nada), la niña comenzó a sobrevivir alimentándose con lo mismo que comían las gallinas con las que pasaba sus días. De esta forma su dieta se basaba en agua (sucia, la mayoría de las veces), granos de maíz, hojas de lechuga y algunas sobras que a veces encontraba.
“La veía desde el balcón. Ella orinaba, hacía sus heces y comía (en el mismo lugar). No se comunicaba con nadie. Decía ‘ah ah’, pero no hablaba. Se percibía que tenía una deficiencia profunda. A veces le llevaba un poco de agua o un pedacito de pan. Pero además de eso no me metía, tenía mi vida”, narró Manuela, una de las vecinas, hoy de 76 años.
Cuando María Isabel tenía cuatro años, su madre volvió a quedar embarazada de un desconocido, pero esta vez su hija corrió mejor suerte y no fue obligada a quedarse con las gallinas, probablemente porque nació con discapacidad cognitiva. La mujer llevaba a la niña a cualquier lugar donde fuera.
En 1976, la historia de Isabel comenzó a cambiar, cuando una tía de su madre vio cómo estaba viviendo y decidió llevarla a un hospital en busca de ayuda. La niña de entonces seis años tenía una fisonomía y un grado de desarrollo mental inferior al esperado para esa edad, lo que despertó la curiosidad de las enfermeras y los médicos.
Poco a poco, la historia de una niña que vivía encerrada en un gallinero se fue esparciendo por el lugar, hasta llegar a la técnico en radiología de 30 años, Maria João Bichão.