• Asignatura: Religión
  • Autor: bmaicol
  • hace 8 años

¿porque "el pecado, empequeñece al hombre, alejandolo de la conserupcion de su propia plenitud


SofiaMo: creo que se refiere a que cuando dejamos que el pecado nos domine no podemos ver nada mas alla de nuestro enojo y eso provoca que actuamos de maneras equivocadas 'empequeñeciendonos'= actuar sin sentido y demostrar que no tenemos control, y perder la calma.
SofiaMo: si eso no te ayuda avisame para que piense en otra cosa
bmaicol: emuchas gracias te ganas mi respeto sabes responder
bmaicol: lo haces con tus propias palabras o lo buscs?
SofiaMo: con mis propias palabras
SofiaMo: gracias, si necesitas ayuda con estos temas siempre preguntame y hare lo posible por responderte
bmaicol: enora buena
bmaicol: hice otra pregunta respondeme porfavor

Respuestas

Respuesta dada por: jairoegu11
58

Respuesta:

Porque el pecado te va quitando tu dignidad, y esto hace que te alejes de Dios

Explicación:


bmaicol: no es lo que pregunte pero gracias por tu pregunta
Respuesta dada por: einfante7
30

Respuesta:“El hombre, constituido por Dios en un estado de justicia desde el mismo comienzo de su historia abuso, sin embargo, de su libertad por persuasión del maligno, alzándose contra Dios y pretendiendo conseguir un fin fuera de Dios. “Conociendo a Dios no lo glorificaron como Dios, sino que se nublo su indocto corazón y sirvieron a la creatura más que al creador” (Rom. 1,21-25). Y lo que conocemos por revelación divina aparece concorde con lo que nos dice la misma experiencia, ya que el hombre, cuando examina su propio corazón, descubre también que está inclinado al mal y sumergido en una infinidad de males que, ciertamente, no puede proceder de su creador, que es bueno. Al negarse muchas veces a reconocer a Dios como su prójimo, trastornó, además, su debida ordenación a un fin último y, al mismo tiempo, dañó todo el programa trazado para sus relaciones consigo mismo, con todos los hombres y con toda la creación.  

De ahí que el hombre esté dividido dentro de sí mismo. Por eso toda vida humana, individual o colectiva, se nos presenta como una lucha dramática, entre el mal y el bien, entre las tinieblas y la luz. Más aún, el hombre se encuentra incapacitado para resistir eficazmente por sí mismo a los ataques del mal, hasta sentirse como atado con cadenas. Pero Dios vino en persona para liberar al hombre y fortalecerlo, renovándolo interiormente y arrojando fuera al “príncipe de este mundo” (Jn. 12, 31), que lo tenía en la

esclavitud del pecado (Jn. 8, 34). Y el pecado, ciertamente, empequeñece al hombre, alejándolo de la consecución de su propia plenitud. A la luz de esta revelación, la excelsa vocación del hombre y la profunda miseria que el mismo experimenta encuentran su última explicación”.

Explicación:

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