Respuestas
El sistema educativo durante el incanato no cubría a las personas en general.
Estaba dedicado de manera específica a los hijos de la nobleza inca, los hijos de los gobernantes de los pueblos y las mujeres escogidas por su belleza y estatus social.
La educación en el incanato duraba 4 años e iniciaba a los 12 años aproximadamente.
Como no existía ningún sistema escrito, la educación estaba basado en oír y memorizar.
Los maestros que impartían la enseñanza eran llamados ‘Amautas’. Enseñaban con la práctica, la repetición y la experiencia.
Respuesta:
la educación era impartida a la nobleza en un lugar llamado yachayhuasi
que allí acudían para ser preparados como clase dirigente a cargo de los maestros o Amautas El funcionamiento del Yachayhuasi empieza con Inca Roca, quien fundó escuelas de este tipo en el Cusco la educación en este centro de estudios y preparación se oriento, básicamente, a cuatro aspectos: lengua (quechua), religión (dios Inti, Sol), manejo e interpretación de quipus (contabilidad y estadística) y una historia militar (vinculada a las figuras y actos heroicos de los antepasados). A esto se agrega el cultivo de la parte física y la estrategia militar que todo noble debería dominar de tal suerte que, al término del ciclo de estudios, se encontraban preparados para la ceremonia del Huarachico que los habilitaba como nobles capacitados para asumir funciones del gobierno.
mientras que las mujeres lo recibían en el acllahuasi Era el centro de formación femenina. Es la Casa de las Acllas o Casa de las Escogidas. Si bien es cierto que existieron acllahuasis en provincias, el principal de ellos se encontraba en el Cusco, en lo que hoy es el Convento de Santa Catalina. Este Acllahuasi era un recinto rodeado de elevadas murallas; en su interior contaba con extensos jardines, arboledas y amplias mansiones donde vivían las acllas o muchachas más bellas del Imperio, seleccionadas por sus encantos, habilidad y capacidad por funcionarios especiales llamados Apu-panacas En el Cusco existieron más de tres mil de estas doncellas divididas en tres categorías: las exclusivas para el servicio y atuendos del Inca, las que se entregarían como premio para esposas de los nobles y hombres de mérito, y, por último, las destinadas a servir en el culto y la religión. Estas últimas eran, específicamente, las denominadas Vírgenes del Sol, no deberían tener contacto mundano, ni aun el propio Inca podía visitarlas, deberían conservarse puras y se dedicaban a la confección de implementos y enseres para la religión y sostenimiento del culto.