Respuestas
Respuesta:
I
Santa Rafaela María
Tu que naciste el 1 de marzo de 1850
En Pedro Abad de Córdoba
Con una buena vida religiosa
II
Fundaste la Congregación de las Esclavas
del Sagrado Corazón
Fuiste creyente de Dios
Que cosas señor
II I
Te sentiste amada
especialmente por Dios
Creíste ciegamente
Con toda Fe
IV
A pesar de las dificultades que viviste
Lo encontraste en todo en Dios
Fuiste mujer religiosa
Y muy creyente de Dios
V
Supiste amar a cada persona
Supiste guiarla por el camino de Dios
Creías en las personas
Para adorar a Dios
VI
Tu que te forjaste
Por ser la sede de la voluntad y del amor
Ayudando a cada persona
Actuando con amor
VII
Durante 30 años
permaneciste en el aislamiento
realizando duros trabajos
y sufriendo terribles humillaciones
VIII
No te merecías tales humillaciones
Fuiste beatificada y canonizada
Al lado de Dios estas venerada
Y muy amada.
Explicación:
Santa Rafaela María fue una religiosa muy identificada con el amor que le tenía a Dios, ésta muere en 1925 en Roma y en 1952 fue beatificada y el 23 de enero de 1977 la canonizaron.
Respuesta: Juan José Marín.
I
A flor del romero
decorando pasillos en el cielo
guitarra muda que hablas
de un amor sincero
que quiere arroparte las mañanas.
II
Ay que mira soñándote la luna
y yo te miro en deseo
que para mi solo hay una
y no es la flor del romero
eres tu enraizándote en mi cielo.
III
Cañí la copla de un querer
de aceituna piel y vida
color de romance que inunda
amaneceres
en la cara oculta de la luna.
IV
Porque te vengo rondando
en sangre y fuego
delirios de boca y beso
que se arriman mis labios en verso
para decirte te quiero.
V
Roncas las palmas
y en ecos de luceros
los volantes de tu enagua
me van marcando el camino
que me lleven a tu pecho.
VI
Te espero sin vara ni mimbre
que me tiene que llegar la dicha
en que la lágrima sea fuente
que moje tus manos
haciéndose río donde navegué mi nombre.
VII
Y al arropo de tus brazos
me quede prendido en tus senos
y mi corazón salga al acecho
a recogerte todos los latidos
para hacerte locura de mis sentidos.
VIII
Que se queden mis pestañas
a rondarte los portales de tus ojos
y sin avisar a un sereno me abras
para dejarte en el buzón del iris
la carta que te diga “Te amo”.