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Respuesta: Contextos, definiciones y enfoques de concertación
El resurgimiento en la década de los 90 de procesos de concertación de políticas, en los países de la
Unión Europea, ha sorprendido por su considerable amplitud, fenómeno que varios autores han Así mismo, entendemos la concertación de políticas como una opción que tienen los gobiernos para
lidiar con problemas de difícil resolución, que propicia la movilización de los actores de acuerdo a sus
propios intereses, perspectivas y valores, ocurriendo con mas frecuencia en el campo del empleo y la
política social.
En el análisis de estos procesos se examinan tres elementos que ayudan a su comprensión: i. los
determinantes externos (análisis del entorno) que influyen en el proceso; ii. el contenido de las agendas
de concertación, esto es, los problemas más apremiantes de difícil resolución; y iii. la posición de los
actores.
En el caso europeo el tema central durante los años 90 parece haber sido la reforma de la seguridad
social (Campo Lima; Baccaro; Compston). Los principales elementos del contexto que han influido en
la reaparición de este fenómeno se refieren a la globalización de los mercados, la unión monetaria y los
efectos potenciales del envejecimiento de la población. Tales factores tienen ciertamente consecuencias
directas en el mercado de trabajo, la negociación salarial y la reforma de la seguridad social.
Claramente la mayor parte de los pactos se han iniciado en contextos de desempleo agudo y han
apuntado a remediar tal situación, con variados resultados, unas veces con logros y otras con fracasos
(Pochet y Fajerteg).
En las experiencias europeas también se observa un fortalecimiento de los poderes públicos en la esfera
social, lo que a decir de los autores antes citados aseguraría su control en la determinación del nivel
salarial y en el mantenimiento de aumentos compatibles con la competitividad económica y la
estabilidad monetaria, y a la vez garantizaría la adhesión (mínima) de los actores claves a los proyectos
de reforma del mercado laboral y del régimen de prestaciones sociales
En América Latina se trata mas bien de un proceso errático, desigual, disperso, con escasa organicidad.
Rivera (2001) explica que las razones por las cuales la concertación no ha logrado “entronizarse como
una práctica institucionalizada en el marco de una democracia deliberativa”, se deben a una serie de
límites que dichas experiencias confrontan, a saber: i. la ausencia generalizada de tradición y vida
democrática; ii. el débil desarrollo institucional; iii. el uso político (manipulación) de la iniciativas; iv.
el cortoplacismo de las experiencias; v. la prevalencia de una visión centralista y sectorial 3
. Sin
embargo, Rivera no alude a ninguno de los tres factores de Compston, para explicar la debilidad del
proceso en la región, que pensamos se deben adicionar a la reflexión que intentamos hacer sobre el
problema.
Las experiencias de diálogo y concertación en la región están llenas de avatares, debido a la crisis
política, económica y social. A pesar de su desarrollo accidentado, sus bajos resultados y escaso nivel
de consolidación, estos procesos consiguen de todas formas incidir en el fortalecimiento de la cultura
democrática.
La concertación social, esto es, la concertación en torno a políticas sociales, tiene entonces historia en
la región, aunque se trate de procesos cambiantes y limitados. En los años setenta el Estado hacía la
intermediación de los intereses del capital y del trabajo sobre la base de un modelo corporativo,
caracterizado por un sindicalismo altamente organizado y centralizado, amparado en una legislación
laboral que promovía la existencia de centrales únicas de trabajadores, y un empresariado representado
en forma igualmente organizada. El sistema político-económico operaba como una coalición de
intereses donde las demandas de los sectores populares estaban subordinadas pero incorporadas a dicha
coalición. De esta forma, el Estado asumía una mayor intervención en la satisfacción de las demandas
sociales al punto que en muchos países se llegó a configurar un tipo de Estado del bienestar. Los
conflictos entre capital y trabajo eran resueltos por la correlación de fuerzas entre el Estado,
empresariado, sindicatos y partidos, y el centro de resolución era el Estado. (Sosa, sf)
Explicación: